Boom de anabolizantes en jóvenes: expertos relacionan las redes y el culto al cuerpo
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Los médicos relacionan este nuevo aumento con el culto al cuerpo y el papel de las redes sociales
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Se diferencian según la vía de administración, la duración del efecto y el objetivo a conseguir
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Los efectos secundarios pueden llegar a ser irreversibles
Los esteroides anabolizantes androgénicos, más conocidos como anabolizantes, entendidos en el contexto del deporte y la apariencia física, empezaron a usarse a mediados de los años 50 del siglo pasado.
Aunque esta cuestión es un problema conocido desde hace años, actualmente se está asistiendo a un nuevo incremento del uso de este tipo de sustancias, ha destacado Higinio Flores, presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) en Andalucía a ElDesmarque.
“El culto al cuerpo y el auge de las redes sociales” son los dos puntos que, según el médico de familia, justifican este nuevo pico. “El bombardeo, sobre todo desde las redes sociales hacia personas jóvenes que son fácilmente modificables, manipulables y que dan mucha importancia a su imagen corporal por 'el qué dirán' son las que más se están viendo atraídas por estas sustancias”.
Aunque este dato se debe ‘coger con pinzas’, teniendo en cuenta que una gran parte de los consumidores de anabolizantes los obtienen por vías ilegales -cifras imposibles de registrar-, IQVIA, empresa especializada en la industria sanitaria, ha facilitado a ElDesmarque el número de ventas de anabolizantes en oficinas de farmacias, en el mes de julio, desde 2018 hasta 2023.
En apenas cinco años, las ventas han aumentado un 57%, concretamente de los productos parenterales -inyectables- : metenolone, nandrolone y stanozolol y de los productos orales: stanozolol, combamamide/lysozyme.
El consumidor tipo de anabolizantes: varón joven entre 25 y 30 años con tiempo para cuidar su imagen personal
Aunque en un primer momento los anabolizantes empezaron a ser utilizados por los atletas de élite, a medidos de los años 80 este pico se traspasó a la población general.
“La mayoría de las personas que usan anabolizantes suelen estar entre los 18 y los 40 años. Especificando un poco más, suele ser un varón joven entre los 25 y los 30 años y con un trabajo a media jornada, ya que debe tener tiempo para cuidarse y hacer su entrenamiento diario”, describe el facultativo Flores.
Además del perfil, el consumo de anabolizantes es muy variado ya que este se clasifica en función de tres características: la vía de administración, la duración del efecto y el objetivo a conseguir.
Tipos de anabolizantes según la vía de administración
Según la duración del efecto
Según el objetivo a conseguir
No se deben confundir los anabolizantes con los suplementos calóricos
Es importante reflejar la diferencia que existe entre los anabolizantes y los suplementos calóricos. Por un lado, los suplementos, aunque pueden ser más o menos saludables, son sustancias legales totalmente.
Mientras que los anabolizantes son sustancias que a pesar de que, en su mayoría, no son ilegales, cuando se consumen con la intención de ganar masa muscular sí que lo son. Esto significa que los anabolizantes “son totalmente ilegales porque se usan fuera de ficha técnica, es decir, se toman en dosis no adecuadas para el objeto por el que fueron aprobados por el Ministerio de Sanidad”, explica Higinio.
El origen farmacológico de las sustancias que se utilizan como anabolizantes son de muy diversa índole, como por ejemplo los corticoides, que se suelen utilizar cuando hay un proceso inflamatorio de base o un déficit de cortisol, es decir, una enfermedad clara que obliga su uso, pero por la parte fraudulenta también se utilizan como anabolizantes.
“Cuando se usan indebidamente, sobrepasan los márgenes terapéuticos, es decir, las dosis que se toman son entre 10 y 50 veces mayores que las que se establecen en la ficha técnica para determinadas patologías”, añade.
A pesar de realizar descansos, los efectos secundarios en el organismo son inevitables
Aquellas personas que consumen anabolizantes con el objetivo de aumentar su masa muscular más rápidamente, para conocer cómo deben tomarlos, el número de dosis diarias, cantidades…suelen guiarse de canales informales sin suficiente evidencia científica, sobre todo a través de Internet.
Normalmente, el consumo de anabolizantes se hace a través de ciclos. Esto significa que “durante un periodo de tiempo, entre 8 y 20 semanas más o menos, alternan diferentes mezclas, dosis y vías de administración de anabolizantes con el objetivo de conseguir la ganancia de masa muscular lo más pronto posible”, desarrolla el presidente andaluz de SEMG.
Este añade que mientras consiguen el efecto anabolizante - al actuar sobre el aparato musculoesquelético facilitan el desarrollo de las fibras musculares, tanto en número como en tamaño-, también están asumiendo otra serie de efectos secundarios que en muchos de los casos llegan a ser irreversibles.
Debido a que son conocedores de este doble efecto, durante los ciclos se pautan entre tres y cuatro descansos durante todo el año. Sin embargo, el médico de familia apunta que estos descansos rara vez consiguen evitar dichas reacciones adversas.
Los consumidores de anabolizantes se exponen a problemas hepáticos, cardiovasculares, dermatológicos…pero también a cambios puramente hormonales
Tal y como se hace referencia en el artículo técnico “Los esteroides anabolizantes androgénicos, riesgos y consecuencias”, publicado en la revista de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales de Bogotá -citado anteriormente en las tablas-, los efectos secundarios del consumo de anabolizantes son numerosos y de diversa índole. A nivel hepático se pueden generar lesiones en hígado, por la toxicidad de estas sustancias, hasta el punto de desarrollar un cáncer.
En cuanto a los efectos cardiovasculares destacan:
- Disminución del colesterol HDL (lipoproteína de alta densidad) -conocido vulgarmente como el ‘colesterol bueno’-.
- Aumento de LDL (lipoproteína de baja densidad) –‘colesterol malo’-.
- Aumento del colesterol total.
- Disminución de los triglicéridos.
- Retención de líquidos (presión arterial elevada)
- Hipertrofia cardiaca -engrosamiento del miocardio favoreciendo los infartos-.
La capacidad reproductiva también se puede ver afectada ya que se produce una disminución, tanto de la hormona luteinizante como de la hormona estimulante del folículo -ambas regulan el ciclo menstrual y la producción de óvulos en las mujeres; la producción de testosterona y espermatozoides en los hombres-. Así como la disminución del funcionamiento de la tiroides afectando al sistema endocrino.
Cabello y piel grasa, alopecia, quistes sebáceos y aumento de la incidencia del acné entre los efectos secundarios a nivel dermatológico. Además de cambios repentinos de humor, conductas más agresivas y hostiles, dependencia y/o adicción entre las consecuencias psiquiátricas.
En cuanto al eje hormonal, y a diferencia del resto de consecuencias, los cambios son diferentes en hombres y en mujeres. Aunque a nivel reproductivo ya se ha hecho referencia sobre este asunto, a nivel hormonal también se disminuye la espermatogénesis, la morfología de los espermatozoides cambia, disminuye el tamaño de los testículos y aumenta el de las mamas -en los casos más extremos se interviene quirúrgicamente-.
Mientras que las mujeres se virilizan al empezar a padecer calvicie, disminución de las mamas, engrosamiento de la voz, agrandamiento del clítoris -relaciones sexuales dolorosas, ausencia de la menstruación y crecimiento de vello excesivo en cuello, barbilla, patillas, muslos, espalda…
Teniendo en cuenta que el consumo de estas sustancias no está avalado clínicamente, Higinio Flores incide en la importancia de conocer todos los efectos nocivos que producen a la larga en nuestro organismo y no dejarse llevar por divulgadores informales.
"A medida que vamos cumpliendo años se es más propenso a sufrir problemas cardiovasculares y más si se han consumido o se siguen consumiendo este tipo de sustancias".