Justicia para Dani García, feliz como un niño que aprende a golear
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Valverde y el gol de Dani García: "Esperamos no estar otros 7 años para ver el segundo"
Amplio marcador para los leones de Ernesto Valverde. Y sin embargo, aunque el Athletic Club se podría haber ido más allá del [3-0] final, se tuvo que llegar al minuto 62' para que los leones le hincaran el colmillo al Almería por segunda vez. Herido y sin retorno, arrastrado por la marea hasta quedar tumbado al sol en la 'playa de los Muertos', el 'Indalo' se fue dejando ir mientras a su memoria le llegaban aquellos tiempos en los que feliz vivía al 'Abrigo de las Colmenas', allí, en el norte, donde la Sierra es 'María', y de 'los Vélez' también.
"Enseña de un hombre ancestral sosteniendo un arco iris". "Pacto entre el hombre y los dioses para evitar futuros diluvios". Hasta que, como si las piedras hablaran, "arquero soy apuntando hacia el ave que vuela sobre mi". Símbolo almeriense. Una camiseta conservo de los dos viajes que hasta la Andalucía mediterránea me llevaron. Cabo de Gata. Paraíso de pueblos volcánicos y playas de ensueño como la de los Genoveses y esa otra de Monsul. Nada que ver aquella Almería idílica con esta Unión Deportiva desarraigada que en San Mamés naufragó y la marea la dejó varada en la 'Playa de los Muertos'. Y sin embargo...
Veloz, vertical, anárquico. Que el partido fuera un caos. Firme, Valverde. Sin alterar un ápice el plan de la partida. Tal vez porque, dueño de las mañanas de Lezama, era sabedor de lo que yo desconocía. La incredulidad y la fe. Mientras yo daba por amortizados a De Marcos [34] y Yuri Berchiche [33], 'Txingurri, erre que erre, como si tocar a los dos laterales locura fuera que terminaría abriendo dos vías de agua en la retaguardia del equipo.
Les confieso que hasta que el partido comenzó me mantenía aferrado al 'ocaso de los dioses'. El 'Indalo' y la suerte de los hijos de la sierra de Almería. Yeray, Ícaro que vuela y de repente, falto de alas, se precipita hasta, desmadejado, chocar de manera cruel contra el desvirtuado césped de San Mamés. Botaba demasiado el balón. Irregular, alterando el vuelo raso de la pelota. El estilista central de Barakaldo, sin embargo, clavado se quedó para evitarle el duro trance del martilleo a sus verdugos.
Tocaba hacer 'Paredes'. Alcanzar Yuri Berchiche la línea de fondo, levantar la vista y regalarle a Guruzeta un pase de la muerte para que el 'delfín de Aduriz' ejecutara al portero con el interior de su bota zurda. Cuando, en lugar de buscar al goleador para estrujarlo, el equipo se fue en busca de Yuri, en el gesto de rabia del lateral de Zarautz pude leer: "cronista, sobrado de fuerzas está mi cuerpo para seguir roturando con saña la banda que me toca".
Me faltaban tres leones que alcanzar en mi rastreo. Reparé en Ander Herrera [34]. Bueno, en verdad ya lo había hecho. Cuando, a punto de empezar a rodar el balón, se acercó a Sancet y, tapándose la boca con la mano, le dio a conocer la 'clave del partido'. El 'hijo de Herrerita', en la medular, "calma, sin perder el juicio, el partido será largo y no conviene derrochar las fuerzas que acabaremos necesitando". Ander Herrera. Cuando parte de salida y no se lesiona. Cuando alcanza el 75' y se entrega sin condiciones a los brazos de su valedor, Ernesto Valverde.
Oscar de Marcos es el tercero de la lista. Cansado, fatigado, falto de fuerzas. Le imploré a Valverde, Apiádate de el, no le exijas que vaya más allá de donde sus fuerzas le alcanzan. Me sonrió Txingurri, "Levanta tu mirada y observa". Fue así que me topé con el 'Gudari' de la 'Popu' remontando el campo por la banda derecha que tiene encomendada.
Y resultó que, así como cuando asistió a Guruzeta, estaba a punto de colocarle un caramelo a la altura de la boca de Dani García, medio centro defensivo que, traicionándose a sí mismo con tal de satisfacer a su entrenador, arrancó hacia el balcón de piedra de la 'casa de Indalo' en busca de un sueño que no cabía en la mente del 'universo Athleticzale'; si, en cambio, en la de su entrenador, "tiene llegada, tiene disparo, y va bien de cabeza".
Cuando De Marcos la tocó de lujo, Dani García [33] estaba convencido de que le había llegado la hora de marcar su primer gol vistiendo la zamarra del Athletic.
Segundo palo. Libre de marca. Testarazo apenas contestado por los dedos de Luis Maximiano, portero de un equipo en el que los nombres saben a fútbol globalizado'. Solo el que ha sido futbolista sabe hasta dónde alcanza "la alegría del gol".
Luego de haber trabajado con esmero el partido, le llegó a Oihan Sancet el momento de 'firmar el finiquito'. Nico Williams, abeja zumbadora por el costado izquierdo, lanzó una 'granada' mortal al centro del combate. Oihan, sin recogerla, con el empeine exterior de su bota derecha, con rabia la golpeó, con saña, como el que le da una patada a un balón de Nívea en la arena de la playa.
Con Muniain, Unai Gómez y Beñat Prados en el campo, el Athletic tuvo tiempo para homenajear a cuatro de 'sus mayores'. Oscar de Marcos [34], Yuri Berchiche [33], Ander Herrera [34], y un Dani García [33] que podrá ya irse a la gloria con la portería rival atravesada.
• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista