Conducir con eficiencia, las revoluciones del motor para ahorrar gasolina y diésel
Ya sabemos que el precio de la gasolina y el diésel ha estado subiendo sin descanso en los últimos meses. Aunque no esté tan desorbitado como aquel fatídico momento en que superaba los dos euros por litro, aún no podemos decir que sea precisamente barato. Por eso, si deseas mantener tu bolsillo a salvo y tu depósito de combustible lleno, te vendría bien escuchar algunos consejos para ahorrar.
Conducir de manera eficiente no solo contribuye a una conducción más suave y segura, sino que también te ayuda a ahorrar dinero en combustible. Así que, la próxima vez que te subas al volante, ten en cuenta estos consejos y disfruta de un viaje más económico y agradable. Además, estarás haciendo tu pequeña contribución a la protección del medio ambiente.
El control de las revoluciones es crucial a la hora de ahorrar combustible
Uno de los factores clave en el consumo son las revoluciones a las que sometemos al motor. Pero no se trata solo de circular a bajas revoluciones. Eso no siempre es positivo. La idea de circular en la marcha más alta a bajas revoluciones no siempre es la más eficiente. En realidad, es mejor utilizar una marcha que permita una respuesta adecuada y reduzca la vibración y el esfuerzo del motor. Así, encontrarás el equilibrio perfecto.
Ahora bien, para mantener esas revoluciones en el punto óptimo, debes practicar un manejo eficiente del cambio de marchas. Además, es importante llevar una conducción suave y progresiva. En este punto, mantener la distancia de seguridad con el vehículo que va delante es vital. No solo te ayudará a prevenir accidentes, sino que también te permitirá anticipar frenadas y evitar aceleraciones bruscas, manteniendo siempre unas revoluciones constantes.
Además, es importante provechar la inercia. Cuando necesites reducir la velocidad, en lugar de pisar el freno, simplemente suelta el acelerador y permite que el coche desacelere de manera natural. No tendrás que pisar el pedal del freno tan a menudo y, por lo tanto, ahorrarás combustible.
El freno motor también tiene un papel importante en la búsqueda de la máxima eficiencia. La clave está en levantar el pie del acelerador antes de aplicar los frenos. De esta forma, permitirás que el coche disminuya su velocidad de manera suave y sin necesidad de utilizar tanto el freno de pedal. Además, si te encuentras en una parada prolongada, no dudes en apagar el motor. El coche consume más combustible cuando está en ralentí que cuando está en movimiento.