La DGT pone la gorra en el punto de mira, consecuencias para la prohibición
Como seguramente habrás leído en anteriores artículos de ElDesmarque, hemos abordado temas relacionados con la seguridad vial, como el uso de gafas de sol al volante. Esta vez, nos centraremos en otro elemento que a menudo utilizamos para protegernos del sol mientras conducimos: la gorra.
Antes de nada, cabe decir que en España no existe una normativa específica que prohíba conducir con gorra. El simple hecho de llevar una gorra no se considera una amenaza directa para la seguridad vial. No es ilegal. En todo caso, la legislación de tráfico se enfoca principalmente en aspectos cruciales para la seguridad en carretera, tales como el uso del cinturón de seguridad, el respeto de los límites de velocidad y la utilización del teléfono móvil al volante.
Llevar gorra no es ilegal, llevarla incorrectamente, sí
Sin embargo, sí existe una normativa de la Dirección General de Tráfico (DGT) que tiene que ver con conducir sin ningún elemento que pueda limitarnos la visión. Cualquier objeto que pueda interferir con la visión del conductor está prohibido. Por ejemplo, el ambientador que en ocasiones colgamos del retrovisor. Este aspecto sí está contemplado en la ley de tráfico actual.
La ley de tráfico de la DGT no solo se enfoca en los objetos que pueden obstaculizar la visión, sino también en aquellos que pueden afectar la audición. En el artículo 18 del Reglamento General de Circulación se establece claramente que el conductor debe mantener su libertad de movimientos, el campo de visión necesario y la atención constante a la conducción. Además, se prohíbe conducir utilizando cascos o auriculares conectados a dispositivos de sonido. Esto también se aplica a las gorras que tapen los oídos o interfieran con la audición del conductor.
Llevar gorra también puede causar fatiga extra
Esta ley podría interpretarse con que llevar una gorra excesivamente grande o colocada de forma que obstruya parcial o totalmente tu campo de visión, puede ser motivo de infracción y de multa.
Además, existe otra problemática relacionada con el uso prolongado de la gorra, especialmente en viajes largos, ya sea como conductor habitual o camionero. Esto puede desencadenar una incómoda sensación de fatiga y presión en la cabeza, afectando considerablemente la concentración y el rendimiento al volante.