Camavinga reitera su problema en el Real Madrid: "Me lo preguntan todos los días"

Carlo Ancelotti tiene que lidiar cada semana con los desajustes en el Real Madrid ocasionados por la falta de efectivos en la plantilla. Como consecuencia, algunos futbolistas ya se han revelado públicamente con el último precedente de Rodrygo Goes y su deber de jugar como falso "9". Un malestar que lleva teniendo Eduardo Camavinga desde hace meses pero con la misma insistencia en mostrar su desagrado.

Actualmente se encuentra concentrado con la selección de Francia a la espera de disputar un partido amistoso frente a Escocia este martes. Un partido en el que podría tener minutos después de descansar por "un pequeño problema en los isquiotibiales" en la victoria ante Países Bajos que les dio la clasificación para la Eurocopa en 2024. Sin embargo, en su rueda de prensa todas las preguntas iban dirigidas a su cambio de posición en la que tanto con los galos como con los merengues se habitúa a verle en el lateral izquierdo en vez del mediocampo.

Una obligación que les ha impuesto Carletto y Deschamps pero que no desempeña con ilusión: "Me lo preguntan todos los días. Soy alguien que juega para el equipo y cuando se me necesita. Antes no conocía esta posición, pero es donde me he adaptado, ya sea con la selección francesa o con el Real Madrid. Pero no me gusta especialmente ese puesto. Creo que todo el mundo lo sabe pero si tengo que jugar ahí lo hago aunque no sea necesariamente con gusto. Sigo siendo un centrocampista".

Camavinga, resignado con el Real Madrid

No todo quedó ahí. Pese a tratarse de una decisión táctica de Ancelotti con la ausencia de un Ferland Mendy lesionado hasta hace pocas semanas y un Fran García que aún necesita madurar, el italiano se ha habituado a colocar a Camavinga en el carril zurdo en los partidos importantes.

A pesar de que el francés se siente valorado por ser importante para el equipo, el exjugador del Rennes ha vuelto a hablar con el técnico resignado con su rol: "Hablé con el entrenador, pero como siempre he dicho lo más importante es el equipo. Había que poner a alguien en ese puesto y, viendo que soy un jugador de equipo, he jugado ahí aunque no me guste demasiado. Lo mejor es dar todo por el club y por el equipo. No siempre tienes lo que quieres en la vida y hay que ver el lado bueno".

A sus 20 años, su juventud le permite ser polivalente y Eduardo ha demostrado ser un jugador de garantías a nivel defensivo. Uno de los futbolistas más valiosos para cubrir huecos en el campo y un pulmón que ayuda a dar equilibrio pero con deberes pendientes para seguir creciendo para ser uno de los mejores del mundo: "Todavía tengo que mejorar mi concentración. Y también ser más decisivo", matizaba el galo.