La Rosaleda se coló en el top 3 de asistencia en todo el fútbol español
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Pone los pelos de punta: la afición del Málaga canta el himno a capela para animar a sus jugadores
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Solo en el Bernabéu y Mestalla hubo más gente en las gradas
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Destacó la deportividad entre malaguistas y cordobesistas
Lo peor ya pasó. Ahora, son tiempos de disfrutar más que de sufrir con el fútbol. En Málaga, después de años pesados y frustrantes, lo agradecen. Aunque hayan tenido que bajar a la tercera categoría para encontrar su mejor racha de los últimos tiempos. Y eso se nota en la asistencia a La Rosaleda, que se convirtió en la jornada anterior en el tercer estadio con mayor ambiente de todo el fútbol español, contando Primera División.
El templo de Martiricos vibró en el partido contra el Córdoba, aderezado por los casi 1.500 cordobesistas que poblaron la grada en una estampa también espectacular. En total, según los datos oficiales del club, hubo 24.838 espectadores. Aunque dichos datos llevan tiempo levantando sospechas de ser imprecisos, porque ni a simple vista parecía que faltaran más de 5.000 asientos por llenarse ni cuadran las cuentas: más de 19.000 abonados y "todas" las entradas vendidas, incluso las cedidas al Córdoba. ¿Qué está pasando con los tornos que cuentan las personas que acceden? ¿Paran de contar con el inicio del partido?
Pese a esta duda, la asistencia oficial al derbi andaluz igualmente significó estar en el top 3 de asistencia en la jornada anterior, tan solo por detrás del Santiago Bernabéu (70.000) y de Mestalla (49.430). Por detrás del estadio del Málaga se situaron La Cerámica (18.709) y Mendizorroza (18.380). Un dato que encumbra más si cabe a la afición del Málaga, que empujó a su equipo a empatar el partido gracias al gol de Haitam, que se gritó a más no poder como un ejercicio de liberación.
Como aspecto también a reivindicar, la atmósfera creada en un duelo con poso como el Málaga - Córdoba fue la más especial hasta el momento en lo que llevamos de temporada en La Rosaleda. Como captaron las cámaras de ElDesmarque, hubo una cruce constante de cánticos entre aficiones y un buen rollo palpable, sin ninguna polémica, tan solo los correspondientes piques sanos entre cualquier rival. Cordobesistas dieron una lección de cómo animar en campo ajeno y los malaguistas volvieron a demostrar por qué son de Primera División.
