José Rodríguez, obligado a volver a Israel para jugar al fútbol: "Mi familia está muy mal"
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José Rodríguez logró salir de Israel hace un mes
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Ha tenido que volver por obligación del club y la FIFA
Cuando la vida está en juego, el fútbol se vuelve lo menos importante. Sin embargo, en el mundo del deporte rey tienen otras prioridades. La FIFA quiere reanudar la competición en Israel en pleno conflicto con Palestina. El grupo terrorista Hamás sigue sembrando el pánico en las calles y el ejército israelí devuelve los golpes. Allí ha tenido que volver José Rodríguez, centrocampista español que milita en las filas del Hapoel Tel Aviv desde este verano.
La situación de José Rodríguez
El futbolista de Villajoyosa logró salir para España junto a su mujer y sus tres hijos cuando estalló el conflicto a principios de octubre. Pero la decisión de la FIFA de que vuelva a rodar el balón por los estadios israelíes ha dado otro vuelco a su vida. El canterano del Real Madrid ha vuelto a Israel para jugar en medio de la incertidumbre por su propia seguridad. Desde allí ha concedido este miércoles una entrevista a El Larguero de Cadena SER. "Las cosas están mucho mejor que cuando me fui. No quiero engañar a nadie. Estamos haciendo vida normal. Ha sonado la alarma una vez en una semana, por la que fui al búnker y te recuerda lo que ocurrió cuando me fui", ha confesado sobre la situación que se ha encontrado a su vuelta en la ciudad.
Nunca es fácil para alguien volver a un lugar donde la paz parece una utopía. Para el exjugador de Málaga o Deportivo de la Coruña, tampoco. "Me peleé con el club porque no quería volver, pero FIFA no me permitió no venir. Uno de los motivos que me dan es que las guarderías están abiertas", han sido sus palabras sobre la situación profesional y personal que ha vivido la última semana.
La FIFA y su familia
José Rodríguez está haciendo frente a un cúmulo de cosas desde que volvió a Israel. "Quería venir después del primer partido de Liga y el club quería que nos preparásemos antes del partido que jugamos en dos semanas... Se me pasó por la cabeza decir que no, pero el trato del club es muy bueno. Soy respetado en el club", ha contado. Su vida ha cambiado. Antes vivía cerca de la Franja de Gaza, ahora por razones de seguridad se ha mudado con un compañero. Por las mismas razones ha dejado a su familia en España. "Mi familia está mal. Mi mujer y mis hijos no tanto, pero mis padres y mis hermanos están mal. Mi madre está muy mal. Es una cosa normal", ha explicado.
Pero las autoridades deportivas piensan de forma diferente. "FIFA se tiene que hacer cargo de nosotros porque no nos ha dado facilidades. No sé por qué los partidos de competiciones europeas no se juegan en Israel, pero los jugadores extranjeros tenemos que ir a jugar el partido. El club me ha pedido en un comunicado que regrese o emprendía acciones legales contra mí", ha comentado. El jugador, por supuesto, ve "una locura" jugar en lugares que hasta hace nada estaban siendo bombardeados y "no se sabe lo que va a pasar ahí".
La paradoja israelí
Desde el club le transmiten una falsa sensación de tranquilidad. Por el momento hay una tregua pero "esto es día a día y no se sabe qué pasará mañana". El fútbol israelí vive, por lo tanto, una paradoja. "Hoy hemos tenido una ceremonia con los familiares que han perdido sus hijos y nosotros tenemos que jugar al fútbol... no estoy motivado al 100%", ha contado sobre el contraste que está viviendo estos días.
Así es la experiencia de tener que pensar en el fútbol cuando la guerra sobrevuela tu cabeza.