Grealish sufre un robo en su mansión de un millón en joyas: su familia pulsó el botón del pánico
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La familia se encontraba viendo el partido en casa
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Los ladrones estaban en el piso de arriba
Sigue la preocupación por la cantidad de robos a futbolistas, tanto en España como en Inglaterra. El último en sufrirlo ha sido Jack Grealish, mientras su familia se encontraba en su mansión viendo el partido del Manchester City ante el Everton.
Fue el pasado miércoles 27 de madrugada. La familia de Jack Grealish se encontraba en la mansión del futbolista por la celebración de Navidad, por lo que decidieron juntarse todos a ver el partido que el inglés tenía en la Premier League. Pero en un momento de la noche, algo les alteró.
Los perros comenzaron a ladrar en el piso de arriba y los familiares empezaron a escuchar ruido, como de gente hablando y moviendo cosas. En ese mismo instante se percataron de que era un robo, por lo que su prometida Sasha Attwood pulsó rápidamente el botón del pánico.
En la mansión no sólo se encontraba Sasha, sino también sus padres, su abuela, dos hermanas y su hermano, quienes corrieron a esconderse. La policía acudió rápidamente temiéndose la posibilidad de que hubiera rehenes y acordonaron toda la zona. Un helicóptero buscó por los alrededores y los vecinos fueron interrogados pero nadie pudo ver nada.
Según The Sun, los ladrones se llevaron un gran botín de un millón de libras en joyas, además de otros objetos de valor de los que no se ha especificado el precio. Grealish fue informado de la noticia al poco de salir del partido.
La familia de Grealish, todavía conmocionada
El jugador del Manchester City se marchó directamente tras el partido con la intención de tranquilizar a una familia muy nerviosa. "Nadie resultó herido pero hubo mucho pánico. Todos estaban aterrorizados porque eran muy vulnerables. Es una propiedad enorme, por lo que es comprensible que al principio nadie oyera nada. También era la primera vez que la familia los visitaba, por lo que no estaban familiarizados con la propiedad. Cuando los perros se volvieron locos y pudieron oír a la gente arrastrándose, presionaron la alarma de pánico de seguridad", dijo una persona al medio.