Las lágrimas de Alcaraz que emocionan al cadismo: el peso de la tensión
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El centrocampista pudo marcar, pero no tuvo la suerte para hacerlo
No fue su mejor partido, ni mucho menos, pero las lágrimas de Rubén Alcaraz a la finalización del choque han emocionado al cadismo. No ha nacido en Cádiz ni estos ha sido sus colores desde pequeño, pero queda claro que es un profesional muy comprometido con el escudo que defiende.
Cuando ya se había celebrado el golazo de Machis y después de compartir esos momentos con la afición cadista se le veía llorando como un niño. Era consolado por Iza Carcelén, también consciente de que esa tensión y esa angustia que atenaza a los futbolistas hace que jueguen por debajo de su auténtico nivel.
Alcaraz había tenido una buena ocasión para marcar en la segunda mitad con un gran disparo dentro del área que despejó Guaita. También tuvo otra llegada en el tramo final, cuando ya estaba descolgado como un mediapunta. No tuvo la suerte de hacer ese gol.
También en el primer tiempo había puesto en serios apuros al portero gallego con un lanzamiento de falta. Pero no habrá sido por no marcar, sino por ese angustia de ver que pasan los partidos y no llega esa victoria tan deseada. Y, en este caso, merecida por lo hecho ante el Celta.