El primer equipo femenino de baloncesto compuesto por refugiadas palestinas: "Me ha alejado de los problemas. Es como una medicina”
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El primer equipo de baloncesto compuesto por refugiadas palestinas está pasando unos días en Barcelona
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Gracias al baloncesto están encontrado un camino hacia su nueva vida
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"Me ha alejado de los problemas. Es como una medicina”, explica una jugadora del equipo
El primer equipo de baloncesto femenino fundado en el campamento de refugiados de palestino de Shatila, Beirut, está pasando unos días en Barcelona. Se trata de una iniciativa que está ayudando a este grupo de mujeres refugiadas por el conflicto en la Franja de Gaza a encontrar el camino hacia una nueva vida.
A algunas de sus integrantes el baloncesto les ha ayudado a olvidarse durante un tiempo de los problemas que atraviesan a diario. Por ejemplo, Amina lleva 10 años practicando este deporte y cuenta en un reportaje de Informativos Telecinco cómo le está ayudando. "Me ha alejado de los problemas. Es como una medicina”, explica Amina. Ella es una de las jugadoras que forman este equipo formado por refugiadas palestinas.
El baloncesto es una medicina para las refugiadas palestinas
Este grupo de jóvenes no tiene muchas oportunidades en su país, pero con su esfuerzo han ido construyendo su propio camino y cuando se formó el equipo, "algunas familias apoyaron a sus hijas desde el principio. A otras les costó más tiempo", comenta la propia Amina.
"El deporte les da una gran herramienta. Es una gran herramienta que les puede dar oportunidades que sin el deporte no podrían tener. Las chicas salen de casa y van a un sitio seguro", explicó uno de los integrantes del equipo. La situación es aún más complicada para las mujeres y esta iniciativa supone un gran paso contra la violencia machista que sufren.
En 2023, Hamás y otros grupos armados palestinos de la Franja de Gaza ocupada comenzaron un ataque sorpresa contra Israel. Un acto que provocó la dura respuesta del país hebreo y, desde entonces, estos países se encuentran en una guerra donde la escala de violencia y los números de victimas civiles asesinados no paran de crecer. Estas injusticias y violaciones de los derechos humanos han provocado que millones de personas quieran abandonar sus regiones. Entre ellas, las jóvenes refugiadas que, gracias a este equipo de baloncesto, pueden soñar con huir de la situación que están viviendo en su país.