Roberto: "¿Si el Málaga asciende a Segunda? Me quedo aquí el tiempo que sea"

Roberto Fernández Jaén (03/07/2002, Puente Genil), paradójicamente, es una de las muchas preocupaciones aparcadas en la mente del malaguismo más sentido. Y eso que solo sabe dar alegrías en forma de goles. Pensar en qué pasará con el máximo artillero a final de temporada es el Imperio Romano de mucha gente. "¿Renueva o nos lo quitan?", un pensamiento recurrente.

Tiene contrato hasta 2025 y tiene muchos ojos puestos encima. Clubes de superior categoría le vigilan de cerca. Pero él, a lo suyo, que es marcar diferencias en las guerrillas con los centrales de Primera RFEF que tratan de frenarlo. Antes de enfundarse la preciosa camiseta ochentera que pulverizó récord de ventas, Roberto se sienta con ElDesmarque para hablar con calma de todo lo bueno que está viviendo y lo mejor que le queda por vivir.

- Ya han pasado 30 jornadas y han cambiado mucho las dinámicas. ¿Qué le ha sorprendido de lo que llevamos de segunda vuelta?

Lo que más me ha sorprendido ha sido los pinchazos del Ibiza y que el Córdoba está como un tiro. Para mí ha sido uno de los mejores equipos que pasó por aquí, si no el mejor. Lo que menos me sorprende es que los equipos desde abajo estén ganando a los de arriba. Pasa todos los años en todas las categorías.

- El equipo viene de dos empates consecutivos. Hubo pitada al final de la primera parte ante el Linares. ¿Entiende el enfado de la afición?

Es totalmente entendible. Somos profesionales y tenemos que saber llevar esto. Si lo haces mal es normal que te piten, pero eso se puede cambiar como hicimos en la segunda parte, que jugamos de otra manera diferente.

- ¿En qué momento físico y mental se encuentra actualmente?

Me encuentro muy bien. El último partido me vi muy bien. El anterior con el Algeciras venía de estar tres semanas parado y acabé muy cansado y cargado, pero veo que se va recuperando el Roberto de antes de lesionarme. Me encuentro con ganas de darlo todo en las últimas ocho jornadas.

- La derrota, los errores, los goles que no entran. ¿Le pasan factura en el día a día?

Me pasaba. Cuando perdemos, intento no obsesionarme. Aunque sí es verdad que me gusta ver mis errores para corregirlo. Me intento desviar con mi familia, amigos, quitarme los errores del partido anterior.

- Si ese remate de cabeza en el descuento (con 1-1 ante el Linares) va unos pocos centímetros más abajo del larguero…

Mira que metí gol y pude ayudar al equipo, pero me fui con la sensación de no haber metido. Se nos escaparon los tres puntos por esa pizca de mala suerte. No entró el balón. El otro día me comentaron que era de los jugadores que ha dado más palos en la categoría.

- ¿Cómo lleva eso de acaparar tantos focos? Corean su nombre en cada gol y en cada sustitución.

Creo que lo gestiono bien. Tengo detrás de mí a una familia y unos amigos que, a la mínima que se me suba, me tiran de la oreja. Es un sueño que me traten así, es inexplicable. Siempre que pasa se me ponen los vellos de punta. A seguir trabajando porque un día estás arriba y al otro estás abajo.

- Ha recibido ofertas importantes (Brescia, Gil Vicente, Pafos chipriota o Elche). ¿Qué pensó en esos momentos? ¿Es tentador?

Mi representante intenta decirme lo menos posible. A mí no me gusta que me den ese tipo de informaciones porque me desvían la atención del equipo. Cuando llegó, yo lo comenté: lo valoras, es porque estás haciendo las cosas bien. Cuando vienen clubes grandes con dinero y tal, dices: “Vale, lo estoy haciendo bien y hay que seguir así”.

- ¿Alguna de esas ofertas se la pensó más de dos veces?

No me hizo pensar ninguna. En ningún momento me vi fuera, todo lo contrario. Guay, lo valoré, pero toda la temporada he pensado en el club.

- Ha perdonado mucho dinero. Eso sí lo puede decir.

Sí, lo puedo decir. Intento ayudar a mi familia económicamente en lo que pueda y cuando te vienen este tipo de cosas puedes ayudarla muchísimo mejor.

"En verano, si se llega a un acuerdo, pues todo perfecto. Ahora mismo estoy en el momento más feliz de mi vida" —Roberto, sobre su renovación

- ¿El cariño de la gente es un argumento a tener en cuenta para renovar?

Siempre lo tuve en cuenta. Yo desde que debuté hace tres años, no sé por qué, sentí que tengo una conexión con ellos. Un cariño que siguió hasta cuando me fui a Barcelona, a través las redes. Eso se valora bastante a la hora de decidir.

- ¿Puede estar tranquilo el malaguismo cuando acabe la temporada y piense: “ahora, qué pasa con Roberto”?

No lo sé ni yo (risas). Nada, a esperar como se negocia la cosa. Yo estoy centrado en lo que tiene que ser estas últimas jornadas y ya el futuro…

- Sergio Pellicer dijo un día que si no hay ascenso será muy difícil retenerle. ¿Lleva razón?

Lo que es una realidad es que si un futbolista destaca en una categoría, es normal que clubes de superior categoría intenten llevárselo. Yo llevo toda la temporada centrado en el Málaga y solo pienso en el Málaga. Ya en el futuro se dirá.

- En su día dijo que quería renovar. Loren Juarros también reconoció que lo haría mañana mismo. Las dos partes quieren. ¿Cuál está siendo la barrera?

No hay ningún problema. Lo único que ahora mismo está parada la cosa. Conmigo y con varios más. Más que nada porque nos centremos en lo que nos tenemos que centrar. Y ya en verano, si se llega a un acuerdo, pues todo perfecto. Yo ahora mismo estoy en el momento más feliz de mi vida. Llevo seis años aquí, mi familia se viene aquí en vez de quedarse en el pueblo. La ciudad es de las mejores de España…

- Medio malagueño, medio cordobés.

Yo estoy ya empadronado aquí, así que imagínese.

- El último en renovar, David Larrubia, dijo que en el vestuario le iban a meter un poco de presión para que usted sea el siguiente.

Sí, sí... alguna bromilla suelta ha caído y algún comentario por las redes también.

- ¿Se ha imaginado en un futuro no muy lejano como el delantero titular del Málaga en Primera División?

Hombre, eso sería ya un sueño… ir a algún estadio guapo con el Málaga, tipo Camp Nou o Bernabéu. Sería increíble.

- Lleva trece goles y faltan ocho jornadas. ¿Le da tiempo al pichichi de la categoría?

Todo depende de la racha que lleve. Ahora llevo una buena racha en este 2024, es verdad que tampoco es mi objetivo ser pichichi. Si se da, bienvenido sea. Yo quiero ayudar con goles o asistencias. Y si puedo alcanzar a Pau Víctor (16 goles, Barça Athlètic) y Jesús de Miguel (16 goles, Castellón), pues mucho mejor. Yo lo que quería era alcanzar la cifra de goles del año anterior (7), luego intentar llegar a las dos cifras de goles y ahora, a ser exigente para seguir aportando.

- Hablando del año anterior, menuda mili en La Masía. Aquellos meses en el Barça, ¿cómo eran en la rutina?

Una locura. Allí te lo tienen todo súper medido, al milímetro. Te llevaban todo: apuntan lo que comes todos los días, que si las grasas, ejercicios específicos... Se está viendo cómo están saliendo tantos chavales. Era la primera vez que me iba de Andalucía, que estaba solo lejos de casa. En lo personal y en lo deportivo me sirvió un montón. Me ayudaron mucho. Al ser cedido, parece que no te tienen tanto en cuenta, pero qué va, todo lo contrario. Veían potencial en mí y me ayudaban a mejorar. También tenían psicólogo.

- Hablemos de entrenadores. ¿Qué tal allí con Rafa Márquez, exjugador del Barça?

Un entrenador que impone mucho por todo lo que ha dado en el fútbol. Es muy cercano. Te llamaba a veces, te enseñaba vídeos individuales. A nivel de gestión de grupo era muy bueno.

- José Alberto López.

Es especial porque fue el que me hizo debutar. Tuvo esa valentía de ponerme siendo muy joven con 19 años. Y encima titular, que no es lo mismo que salir faltando diez minutos. Es muy cercano y exigente.

- Nacho Pérez.

Nacho es otro entrenador al que le debo mucho. Cuando llegué al Málaga en juvenil de primer año me dio mucha confianza. Me aconsejaba. Luego, a los dos años, en el Juvenil División de Honor exploté con él a base de goles.

- Xavi Hernández.

Pues lo poco que estuve, que fue en cinco o seis entrenos, vi que era cercano, no conmigo sino con los demás jugadores, muy de acercarse. Sí que te preguntaba, te decía qué tal estaba viendo la liga. Es una leyenda.

- Sergio Pellicer.

Pelli es el entrenador que más ha sacado mi mejor versión. Se pone aparte conmigo a sacarme rendimiento con la finalización, con la lucha con los centrales. Manolo, el segundo, igual. Me insiste mucho en que busque los palos a la hora de finalizar, que el balón vaya ahí. Al final le doy al palo bastante, así que le estoy haciendo caso (risas).

- ¿Qué hace en su tiempo libre? ¿Cómo es Roberto fuera del fútbol? Me han chivado que tienes vecinos peculiares…

Sí, Genaro es mi vecino y un poquito más al frente vive Alfonso. Soy un tipo tranquilo, casi siempre estoy en casa. Cuando no, me voy al cine con alguno del equipo. O cuando hay algún partido de Champions se vienen a mi casa a verlo, sobre todo porque vivo solo. Mi ropa, mi cine… me veo como un chaval tranquilo, amigo de mis amigos.

- Una piña dentro y también fuera del terreno de juego.

Sí, al final tenemos un grupo que más que compañeros somos amigos y hacemos actividades fuera.

- Su familia, ¿cómo viven que la carrera de su hijo? Son de sufrir, de darle consejos, de dejarle espacio…

Mi familia siempre me ha dejado mi espacio, tanto en categorías inferiores como ahora. Son los primeros que me tiran de la oreja si ven que me subo. Ellos están viendo cumplir el sueño de su hijo. El tiempo que han perdido llevándome a sitios en coche de pequeño lo están ganando ahora. Siempre me dicen que se emocionan cuando van camino al estadio, ven camisetas con mi nombre y dicen: “¡Si es que es mi hijo!”.

- Termine la frase: Si el Málaga asciende este año a Segunda...

¡Qué cabr**! (Risas) Si ascendemos este año a Segunda... me quedó aquí sea el tiempo que sea.