Copa con copas, gabarra y una celebración ejemplar del Sentimiento Athletic
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Iñigo Landa hace balance del trofeo de Copa conquistado
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Bilbao ha vuelto a dar una imagen única y diferente
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Audios, cruce de comunicados y San Mamés encendido por las zancadillas al Athletic
Sin duda, muchos hemos estado durante toda la última semana más inmersos en todo lo que ha acontecido en torno al Athletic Club, con su victoriosa final de Copa, el atronador silencio tras la tanda de penaltis y su viral gabarra por las aguas de la Ría, que en la campaña electoral con motivo de las elecciones al Parlamento Vasco que tendrán lugar este domingo 21 de abril. Y, sinceramente, tampoco me resulta nada extraño, si hasta hay recogidas txirenes de firmas.
Todo comenzó a gestarse antes y durante todo un éxodo de aficionados athleticzales a la capital de Andalucía para fulminar todo tipo de récord documentado. De entrada, debemos dejar sentado que no existe un club en todo el mundo con semejante capacidad de convocatoria y capaz de movilizar a más de 80.000 personas a 834 kilómetros de Bilbao.
Justicia con Sevilla, pese a la Cartuja...
Y, dejando al margen, eso de que el estadio de La Cartuja no está preparado para albergar una final de Copa, ubicado en medio de la nada, es de justicia decir que Sevilla, como tal ciudad, es un bonito entorno para cobijar a esas docenas de miles de aficionados rojiblancos.
También sus gentes fueron muy amables y acogieron con los brazos abiertos a las aficiones de los dos equipos finalistas y, por qué no decirlo, a sus carteras. Tampoco vamos a negar que a la la hostelería sevillana y que, nosotros, que somos como somos (tampoco tardamos en viralizar 'tickets' de exageradas consumiciones), les metimos un buen chute de oxígeno en sus cajas, al tiempo que les dejábamos sin existencias.
La afición del Athletic, generosa como ninguna
No en vano, nos gastamos 9 millones en bares y restaurantes por la final de Copa y el gasto de las tarjetas bancarias se duplicó tanto por la marea rojiblanca de Sevilla como por los que se quedaron en Bizkaia.
Pero si hay algo que destacar al margen de la obtención de la Copa, fue el comportamiento ejemplar que demostramos en Sevilla.
Y, tras ganar la Copa, tocaba La Gabarra… Más de un millón de personas sin un solo altercado. Al final estuvo bien como recuperación de la imagen de un Bilbao diferente y con personalidad irrepetible, frente a la homogeneización que predomina.
En ningún otro lugar se hubiera producido tal aglomeración de gente sin disturbios. 'Chapeau' por Bilbao y que se mantenga el espíritu del 11-A: todo un ejemplo de motivación si hay un proyecto ilusionante y expuesto por gente cercana y convencida.
. Por Iñigo Landa Larrazabal, Socio Compromisario del Athletic Club