La versión más sólida y sufrida del Atlético de Madrid conquista Mallorca

El Atlético de Madrid se llevó el triunfo de su partido ante el Mallorca de este sábado con un 0-1 gracias al golazo de Rodrigo Riquelme. Una victoria basada en la solidez defensiva de un equipo que pone fin a dos de sus rachas negativas mientras obliga a los bermellones a pelear aún por la salvación.

Nada menos que 13 partidos consecutivos llevaba el equipo madrileño encajando gol hasta su visita a Son Moix. Además, en los tres últimos meses, el Atleti sólo había conseguido una victoria fuera de casa, en la visita al Villarreal con un tanto de Saúl en los últimos minutos. En todo este tiempo, estas rachas negativas han llevado al conjunto rojiblanco a decir adiós a dos títulos y a pelear la clasificación de Champions prácticamente hasta el final.

Mientras en el Metropolitano la gran mayoría de encuentros se saldan con victorias, esto cambia fuera de casa. Ahí llegaron las eliminaciones en Dortmund en la Champions League y en Bilbao en la Copa del Rey, así como derrotas como las encajadas contra Sevilla, Cádiz y Alavés o el empate de Almería. Tan solo el empate en el Santiago Bernabéu se puede destacar como algo positivo.

De ahí la importancia del gol de Rodrigo Riquelme en los primeros minutos que le dio tranquilidad al Atlético de Madrid en su juego. Koke tomó el mando con la pelota en el centro del campo y, ayudado por Hermoso y Witsel desde atrás y por los interiores a sus costados, llevó a los rojiblancos a no sufrir.

El Mallorca apretó hasta el final al Atlético de Madrid

El Mallorca, después del empate en Cádiz de la pasada jornada y la derrota de los cadistas este sábado en el Santiago Bernabéu, se tomó el encuentro con más tranquilidad. Un triunfo de los amarillos hubiera apretado la zona de abajo pero los de Javier Aguirre avanzan una jornada más manteniendo los seis puntos de ventaja sobre el conjunto de la 'tacita de plata'.

Pronto comenzó el equipo bermellón a aprovechar sus tanques arriba, tanto Muriqi y Abdón Prats primero como la dupla entre el kosovar y Cyle Larin después. Balones y balones al área bien defendidos por un Jan Oblak que al fin pudo dejar su portería a cero y por un gran trabajo de los centrales rojiblancos, siempre atentos para no dejar ni un solo hueco a los arietes locales.

El Atlético de Madrid tendría pocas oportunidades claras más allá de gol exceptuando dos claras que bien pudieron sentenciar el encuentro. La primera llegó con un disparo de Mario Hermoso que salió lamiendo el palo y la segunda, ya tras el descanso, con un mano a mano en el que Marcos Llorente no supo atinar.

Terminó sufriendo, como no podía ser de otra forma, el Atlético, aunque finalmente terminó cerrando el 0-1 que no se movería desde el minuto 5. Un encuentro que permite el optimismo en los de Simeone a sabiendas de que, si ganan los dos partidos que les quedan en el fortín del Metropolitano, tendrán asegurada la clasificación para la próxima Champions.