El Duende se convirtió en Leyenda
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El '16' se despide tras una triste temporada
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Su persona, por encima de su fútbol
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Jesús Navas comunica a la plantilla del Sevilla FC que se va a final de temporada
Empezar ha sido lo más difícil. El que escribe acostumbra, por defecto o enseñanza, a empezar cada uno de sus artículos con una frase que le permita introducir la historia, la polémica o el fichaje. Normalmente resulta muy sencillo, pero cuando te dicen que Jesús Navas ha decidido abandonar el Sevilla, puedo asegurar que no es nada fácil.
Y no es sencillo simplemente porque hablar sobre el adiós de Jesús Navas es hablar, con permiso y respeto para todos, del futbolista más importante en la historia del Sevilla, es más, me atrevería a decir que lo hablamos de uno de los más importantes de la historia no solo de Nervión, sino del fútbol español.
Lo hizo, además, desde Los Palacios, comiendo donuts para ganar peso y con un tremendo miedo al alejarse de los suyos. Lo hizo sin dar ni un solo titular en más de 20 años, sin faltar a ni uno de sus rivales, siendo respetado incluso por sus máximos enemigos. Lo hizo, posiblemente, siendo mejor persona que futbolista. Y eso era altamente complicado.
Porque en el día de su despedida, todos hablan de su privilegiado físico, de sus carreras por banda, de los records alcanzados con el Sevilla, de los títulos ganados -que nadie olvide que es campeón del mundo, de Europa y de la Nations League con España- o de que a sus 38 años continúa siendo titular en LALIGA EA Sports. Lo hacemos todos y estamos en la obligación de ello. Pero desde aquí, al menos hoy, prefiero quedarme con la persona.
Jesús Navas, un Duende que ahora es Leyenda
Porque si algún día tengo un hijo -eso de hacerme mayor cada vez me queda más tarde- solo desearía que tuviese un referente como Jesús Navas. En tiempos de likes, factos, trendy, style, glamorous, runway, designer, street style, expecting goals y todo lo que se diga en un idioma alejado del español, el Duende siempre supo estar en su sitio.
Una sonrisa permanente. Un gesto educado para cualquiera. Una buena palabra sea cual sea el que lo reciba. Siempre un minuto, dos o tres para detenerse con los aficionados. Siempre una, dos o tres entrevistas. Desde que empezó, siendo menor de edad, hasta pasados los 30.
No existe un rival, ni uno solo, que tenga una mala palabra sobre él. No existe un rival, ni uno solo, que se haya marchado peleando o discutiendo con él. No existe un rival, ni uno solo, que no haya reconocido su figura. Compañeros, evidente, tampoco.
Porque aunque parecía prácticamente imposible, Jesús Navas, como persona, ha sido mucho mejor que como futbolista. Y eso era difícil.
Se marcha siendo un ejemplo de compañero, de profesional, un ejemplo para los más jóvenes -ojalá y el Sevilla encuentre algún dia alguno la mitad de bueno que Jesús-, para sus propios entrenadores. Se marcha el Duende, que a partir de ahora, con más razón, es una Leyenda.
LEYENDA Y DE LAS GRANDES. GRACIAS POR SER COMO ERES. DON JESÚS. EL INDIGNADO POR MUCHAS COSAS. Fco. Borrego