En busca de la pólvora perdida
La visita a Osasuna se antoja fundamental para medir la capacidad de reacción de la plantilla deportivista. No se le pueden exigir milagros a Martí después de haber completado solo cuatro sesiones de trabajo al frente del equipo herculino, pero sí se espera que el cambio de entrenador tenga un reflejo sobre el césped de El Sadar. Uno de los aspectos a mejorar es la presencia en el área rival, reducida a la mínima expresión en los últimos partidos.
El Deportivo ha perdido protagonismo en las inmediaciones de la portería contraria, como refleja la bajada experimentada en el número de oportunidades generadas en los últimos seis choques, y su volumen de goles a favor también ha experimentado un descenso muy marcado.
Contra Málaga, Las Palmas, Almería y Rayo Majadahonda, cuatro de sus seis rivales más recientes si excluimos al Reus, el cuadro blanquiazul no logró ver puerta.
A todo ello hay que añadir las bajas de dos de los teóricos puntales de esta plantilla: Carlos Fernández y Fede Cartabia. El primero recayó de sus molestias en la ingle tras completar los 90 minutos frente al Rayo en Riazor (0-2) y el segundo, alejado de su mejor versión, arrastra una lesión en el pectíneo de su pierna izquierda que lo mantiene apartado de los terrenos de juego.
"Tenemos que intentar ir a por el partido, ser ambiciosos y valientes. Nos enfrentamos a un rival muy potente. Creo que vamos a tener muchísimas posibilidades de llevarnos los tres puntos. La confianza la suelen dar siempre los resultados. A los jugadores les intento transmitir que tienen calidad: son buenos y lo van a demostrar", apuntó Martí en la previa.
Obtener un resultado positivo en el estadio más complicado de Segunda pasa por mejorar tanto en defensa como en ataque. Arriba, el Dépor debe llegar más y mejor. Y recuperar los índices de efectividad de los que disfrutaba antaño.
