Gestalt: Steam and Cinder, un clásico metroidvania con poco fuelle

El caso que nos toca analizar hoy es un poco particular. Gestalt: Steam and Cinder ha sido creado por la empresa indie Metamorphosis Games, sufriendo un desarrollo accidentado con varios retrasos hasta llegar a las tiendas el pasado 16 de julio. Lo que se puede observar a primera vista es un título en el que se ha puesto bastante esfuerzo, diseñado como tributo a los más clásicos del género. Está muy centrado en su componente narrativo, al tiempo que ofrece una aventura muy compacta en lo técnico, pero titubeante en su arte y su jugabilidad.

Un conflicto que ya nos suena

Sin hablar demasiado de la historia que ofrece, Gestalt nos pone al control de Aletheia, una talentosa mercenaria a la que le gusta mucho ir a lo suyo, a pesar de que continuamente le están pidiendo que ayude a sus compatriotas a afrontar la amenaza eterna en la que el mundo está sumido. Se habla mucho de conflictos, de dos facciones enfrentadas y que, después de mucho tiempo, van a intentar buscar la paz. Mientras tanto, nuestra protagonista, que perseguía sus propios objetivos, acaba formando parte de todos esos eventos que tanto esperaba evitar.

Es una trama bastante cargada de clichés, que busca dar mucho peso a personajes secundarios con un ritmo algo engorroso y demasiados diálogos que dicen mucho sin ofrecer una profundidad real. Es una pena, porque hay material interesante donde rascar, pero es difícil cumplir con lo que pretende al tener una duración máxima de 8 horas.

Con el paso del tiempo, su ritmo se enrarece hasta el punto de que, cuando empieza a arrancar la trama, es cuando llegamos a un final anticlimático que lo deja todo a medias, lo cual está claramente pensado para continuar en una segunda parte.

Ambición sin ejecución

Las decisiones cuestionables también se perciben en el apartado jugable. Mientras que a nivel técnico el pulido y la falta de errores es reseñable, en todo lo demás se percibe un contenido a medio cocinar. A nivel artístico, por ejemplo, el diseño de la protagonista es mucho mejor que el del resto de personajes, con apariencias muy poco inspiradas y olvidables. Los escenarios también sufren de irregularidades: mientras que hay zonas de detalles muy cuidados, otras son más simples y vacías. Lo mismo se puede aplicar a nivel de contenidos, pues no tenemos demasiadas zonas explorables y el backtracking tampoco es demasiado complejo en sí mismo.

Por último, también hay decisiones un tanto extrañas en el combate. Aunque podremos ir desbloqueando ciertas habilidades para luchar con espada y pistola, la base es simple y bastante repetitiva. Para mantener cierto desafío artificial, los enemigos de cada zona nueva a la que entramos empiezan con varios niveles por encima del nuestro, lo que nos obliga a luchar para ir mejorando hasta poder llegar a una igualdad de condiciones. A mi parecer es una decisión torpe, ya que en el momento en el que obtenemos el mejor equipamiento, y nuestro nivel sube lo suficiente, el juego se convierte en un paseo sin dificultad, pudiendo destruir a los últimos jefes del recorrido antes incluso de que puedan pestañear.

Si bien, a pesar de todo lo citado, es un juego que pueden disfrutar los amantes del género, no puedo evitar sentir cierta decepción por una simple cuestión competitiva. Hay tantas opciones similares con tanta calidad que, en el momento en el que sale algo nuevo que en vez de innovar repite lo que ya hemos visto mil veces, puede sufrir mucho ante las comparaciones.

Como producto final es de una calidad aceptable, pero no ha logrado ir mucho más allá y, al menos en mi caso, eso se traduce desgraciadamente en una falta de interés y diversión que no compensa el tiempo invertido.

Lo mejor:

• A nivel técnico ha salido muy pulido, sin fallos perceptibles.
• Se contempla cierta ambición en la trama.

Lo peor:

• No consigue acertar en los puntos básicos de su narrativa.
• Combate simple, mecánicas poco aprovechadas y recompensas poco atractivas.
• Un diseño artístico irregular.

40/100