Los tres fichajes que el Atlético de Madrid tuvo cerrados en verano y se acabaron rompiendo
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Omorodion llegó a viajar a Londres y Javi Guerra, a Madrid
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Dovbyk lo tenía todo hecho hasta que apareció la Roma
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La defensa del Atlético vuelve a ser la que era: las claves de la mejora
El Atlético de Madrid ha cerrado un mercado de fichajes con mucho protagonismo. Prometió una revolución en mayo y, pese a que en ciertos momentos parecía algo pausada, la acabó realizando. Han llegado seis caras nuevas, se han quedado tres cedidos y se han marchado ocho futbolistas del pasado curso, además de otros cedidos como Joao Félix o Samu Omorodion. Todo ello en un verano en el que llegó a tener tres operaciones prácticamente cerradas... pero se acabaron rompiendo.
Artem Dovbyk, del acuerdo a la desconfianza del Atlético
A mediados de junio, el delantero y el Atlético de Madrid habían llegado a un acuerdo económico. A finales de julio, el club colchonero hizo lo propio con el Girona, con quien también alcanzó un principio de acuerdo que rondaba los 40 millones de euros. Pero todo saltó por los aires cuando la Roma entró por medio.
El Atlético pensaba que se trataba de una medida de presión del agente del futbolista para mover más dinero, pero nada más lejos de la realidad. Dovbyk acabó dejando tirado al Atleti para firmar por la Roma y, desde la capital italiaao, explicó lo sucedido: "Había gente que me quería en el club, otros no. No sentí confianza, a diferencia de lo que ocurría con la Roma. Friedkin y De Rossi me convencieron enseguida".
Samu Omorodion, de Londres a Oporto
Si lo de Dovbyk parecía hecho, lo de Omorodion aún más. El acuerdo con el Chelsea era total a cambio de unos 40 millones de euros, enlazado a su vez con el traspaso de Conor Gallagher al cuadro rojiblanco por una cantidad similar. De hecho, el centrocampista llegó a viajar a Madrid y se hizo fotografías en el Metropolitano como nuevo jugador colchonero. Pero de repente, un domingo por la noche, todo saltó por los aires.
Tras ganar el oro en París, Samu viajó a Londres, pero volvió a Madrid pocas horas después. El acuerdo se había roto y nadie sabía muy bien por qué: unos decían que no había pasado el reconocimiento médico y otros, que el club inglés se había echado para atrás. El problema es que, a su vez, habían dejado el traspaso de Gallagher en el aire.
Finalmente, Omorodion firmó por el Oporto una semana después por 15 millones y el Chelsea y el Atlético llegaron a un acuerdo por Joao Félix cercano a los 50 millones. Este último permitió, a su vez, que Gallagher volviese a la capital española para ser presentado por fin como nuevo jugador del Atlético.
Javi Guerra viajó a Madrid y volvió a Valencia
El fichaje de Gallagher dio muchas vueltas. El Atlético tenía un acuerdo con el Chelsea, pero el jugador había pedido tiempo para pensárselo. Y el tiempo pasaba, pasaba y pasaba sin que tomara una decisión. Mientras tanto, el club rojiblanco se empezaba a cansar y buscó un plan B: Javi Guerra. Un fichaje relámpago: llegó a un acuerdo con el jugador, llegó a un acuerdo con el Valencia y su fichaje se daba por hecho.
El caso es que horas después, Gallagher decidió que sí quería firmar por el Atleti. Javi Guerra llegó a viajar a Madrid un martes por la mañana, pero se tuvo que volver a Valencia cuando se enteró de los acontecimientos. El club rojiblanco no tenía dinero para acometer las dos operaciones, así que el centrocampista se acabó quedando en Mestalla.