Lamine Yamal avala su nivel con 17 años: "No me gusta estar a más nivel, ir de sobrado"

Lamine Yamal se ha convertido en el jugador insignia del Barça. Con tan solo 17 años ya se ha colado entre los candidatos para el Balón de Oro y como máximo favorito para el Trofeo Koppa gracias a un nivel atípico en un futbolista de su edad.

Es por ello que ha aprovechado el mejor momento de su carrera para conceder una entrevista para el diario francés L'Equipe, donde ha dejado varios mensajes que engrandecen más su ambición por hacer grandes cosas y desde donde ha partido hasta llegar a donde está actualmente: "Siempre iba con mi pelota, me la llevaba en una bolsa al colegio. Cuando llegaba la escondía en mi mochila para que mi profesora no me regañase por tenerla encima de la mesa"

Incluso en su infancia se forjó entrenando de una forma peculiar ya que, no solo se enfrentaba a sus amigos, sino también a sus perros: "Jugaba mucho con ellos porque mi padre me decía que no me iban a morder. Es lo más difícil que puedes hacer", dijo.

A pesar de que debutó con 16 años en Monjtuic, a Lamine nunca le achantó tener que jugar contra gente mayor que él, sino todo lo contrario: "Jugar en la calle me quitó el miedo a jugar contra los más grandes. Al final siempre jugaba con amigos míos y los equipos rivales tenían 20 años y yo tenía 11 o 12. Entonces eso me quitó mucho el miedo y me hizo poder disfrutar y jugar contra cualquiera".

"Todo esto te hace crecer aunque tú creas que no te ayuda. Siempre te ayuda porque cuando ves a uno más grande que tú sabes cómo ir a por él y regatearle para que no te pueda dar", añadió.

La Masía se le quedaba corta a Lamine Yamal

Aunque el jugador ya sorprendió pasando del Juvenil A al primer equipo, el joven delantero también lo hizo cuando recordó la diferencia de nivel que había entre él y el resto de sus compañeros: "Soy un chico que no me gusta estar a más nivel, como me pasaba en cadetes, porque no me gusta relajarme o ir sobrado. Me gusta siempre que sea más difícil. Prefiero no jugar, que jugar todo y que sea muy fácil".

Aún así también se mostró humilde con el trabajo que hizo La Masía para sacarle su máximo nivel: "Cuando vine de La Torreta sí que es verdad que tenía ese uno contra uno, esa verticalidad y todo, pero no tenía el control de mí mismo. Saber cuándo jugar rápido o cuándo jugar lento, poder jugar en equipo... todas esas cosas que al final lo haces en el Barça, que es el club que más sabe utilizar a los jugadores para eso".