La pasión de Alberto Lora y su hijo por el Sporting durante el derbi asturiano: "¡Vamos!"
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Acudió junto a su familia a presenciar el derbi en El Molinón
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Lora revela una tronchante anécdota que define a la perfección a Cote: "¡Es una marca de tractores!"
Gijón vivió este pasado sábado uno de los días grandes del año. El Molinón fue el escenario del primer derbi de la temporada entre el Sporting de Gijón y el Oviedo, un encuentro que se quedaron los rojiblancos tras un espectacular encuentro. Tuvo de todo. Emoción, ocasiones, goles y muchísima pasión en las gradas y en infinidad de rincones del Principado de Asturias y de España. Uno de los que costumbra a vivirlo de manera especial es el exsportinguista Alberto Lora, quien ya se ha encargado de transmitir esa pasión a sus predecesores.
Al jugador se le pudo ver junto a su familia y concretamente con su hijo durante el derbi en El Molinón. Como acostumbra, acudió a ver a su Sporting y hasta vibró con el equipo cuando llegó al estadio en autobús. Tanto él como su pequeño.
A los dos se les pudo ver emocionados mientras el hijo, subido a sus hombros, gritaba y daba el último aliento de ánimo a los suyos antes de acceder a El Molinón. A Lora se le caía la baba.
No se cuanta más pasión por algo se puede tener con 4 años cumplidos hace menos de 1 mes.
Suerte tiene de tener un padre que le acompaña en su absoluta locura @AlbertoLora11 de padres a hijos @RealSporting en el ADN ❤️🤍❤️🤍 pic.twitter.com/5zdwFCIaH0
— Wiwa (@la_wiwa) September 8, 2024
Después, todo lo que sucedió fue para recordar gracias a los goles de Juan Otero, Cote y Campuzano. Un día redondo que Lora y su familia no quisieron perderse.
Lora y su pasión por el Sporting
A sus 37 años, Lora sigue disfrutando del fútbol en el Marino de Luanco. Eso sí, no se pierde a su Sporting y acude a verlo siempre que puede. Imposible olvidar la extensa etapa del jugador en el conjunto rojiblanco. Como también es imposible que se pierda una cita de este calibre. Fue la temporada pasada cuando también se le pudo ver en Elda, escenario en el que los de Miguel Ángel Ramírez por aquel entonces alcanzaron el play off. Como se aprecia, su pasión por el Sporting va de generación en generación.
