Marta Fernández Infante, triple medallista en París 2024: de sus primeros Juegos con público a su "pánico al agua" de pequeña

Marta Fernández Infante cosechó tres medallas en los Juegos Paralímpicos de París 2024 y se ha pasado por el canal de Twitch de ElDesmarque para contarnos cómo vivió esas semanas en la capital francesa. La nadadora burgalesa debutó -con tres metales- en unos Juegos Paralímpicos tres años antes, en Tokyo, pero lo hizo con las gradas vacías. Este año, por fin, ha podido vivir sus éxitos con su familia cerca. La entrevista al completo en el vídeo que encabeza esta noticia.

Con toda la naturalidad del mundo, como quien no cuenta con seis medallas olímpicas en su haber, Marta Fernández Infante nos ha revelado algunos detalles de la última edición de los Juegos. Una cita en la que se ha alzado con las medallas de bronce en 50 metros braza femenino SB3, 50 metros espalda femenino S3 y 100 metros libres femenino S3. Ahí es nada.

Compartir piscina con Teresa Perales y ver las gradas llenas, lo más especial de París

"Ese 100 libres con Tere al lado", es, sin duda, uno de los momentos más especiales que la deportista castellanoleonesa se lleva de París. "Es mi ídolo desde que empecé. Tiene una grandísima calidad deportiva y humana y nos ha enseñado muchísimo. Lleva tantos juegos que siempre tiene solución para todo", elogia a Perales, que igualó a Michael Phelps como la deportista con más medallas olímpicas. "Esa medalla es la más ilusionante, porque todos los que hemos estado cerca hemos visto el proceso de tener que aprender a nadar con un brazo, que es como partir de cero, y en tres años ha conseguido estar entre las mejores", completa.

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Sin duda, ver las gradas llenas y contar con el apoyo de los más cercanos a unos metros del agua, ha sido también algo único para ella. "Tokyo fue muy chulo, pero nos debían el poder conocer lo que son unos Juegos de verdad", confiesa Marta. Y es que tan gratificante como impactante ha sido para ella "ver, incluso, gente en las gradas mientras calentábamos".

"Competir con público, yo que soy de esa generación COVID, que siempre estaba todo en silencio, no tiene nada que ver. En la piscina había 17.000 personas", nos cuenta Fernández Infante.

Marta Fernández Infante y el miedo al agua en su infancia

¿Quién le iba a decir hace unos cuantos años que tanta gente iba a maravillarse con su forma de nadar? No por nada, sino porque cuando era pequeña, Marta tenía auténtico "pánico al agua".

"Mis padres me apuntaron porque nací con parálisis cerebral infantil y para la espasticidad lo mejor es el agua. Es el mejor medio y, de hecho, es donde la mayoría nos sentimos con la mayor libertad de movimiento. Me daba mucho miedo y me llevaban obligada, hasta que en un campamento le perdí el miedo al agua y comenzó a ser mi medio y mi pasión", reconoce. "Gracias a mis padres estoy dentro, porque si me hubiesen hecho caso... Yo era de las que se agarraba al bordillo y no salía", bromea la medallista.

Compaginar el deporte y el trabajo, una tarea muy complicada

Marta, además de ser una profesional deportiva top mundial, se ha encargado de asegurarse "una seguridad y una tranquilidad" para el futuro, para "cuando la competición se acabe". Milita en el Cuerpo General Administrativo del Estado y con mucho esfuerzo, puede compaginarlo con los exigentes entrenamientos del día a día.

"Este tema cuando aprobé las oposiciones me daba mucho miedo, porque ya me parece muy difícil dedicarse a la alta competición, pero ahora mismo estoy a jornada reducida en el trabajo y para mí es una forma de escape del deporte. Normalmente es al revés pero para mí ir a trabajar supone desconectar un poco del mundo deportivo", reconoce.