La arriesgada propuesta de Mazda para alargar la vida del diésel
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Mazda encuentra una vía para mantener con vida los motores diésel
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Mazda da un paso más allá en la búsqueda de combustibles alternativos
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La estrategia de Mazda que provoca el adiós de este SUV
Mazda siempre ha sido una marca que desafía las tendencias de la industria, y su nueva propuesta para el diésel lo demuestra una vez más. En un momento en el que la mayoría de los fabricantes están abandonando el diésel en favor de coches híbridos y eléctricos, Mazda ha decidido apostar por una alternativa arriesgada: el biodiésel.
En la actualidad, los motores diésel están perdiendo terreno debido a las estrictas normativas de emisiones y las restricciones de circulación, que favorecen tecnologías más limpias. Sin embargo, Mazda, consciente de este contexto, ha optado por mantener motores diésel en su oferta, como hacen también fabricantes de lujo como Mercedes, Audi y BMW. Pero lo que realmente distingue a Mazda es su enfoque en un tipo de combustible más sostenible: el biodiésel.
Mazda da un paso más allá en la búsqueda de combustibles alternativos
La apuesta más arriesgada de Mazda ha sido el uso de biodiésel en uno de sus modelos de competición, el Mazda 2. Aunque este vehículo no está homologado para la producción en masa, los resultados obtenidos son sorprendentes. La marca ha probado este nuevo combustible en su conocido motor SkyActive-D, y lo más destacable es que no ha sido necesario modificar la mecánica del coche para que funcione correctamente con el biodiésel.
Mazda encuentra la forma de mantener con vida a los motores diésel
Este avance plantea un escenario en el que el biodiésel podría convertirse en una alternativa real para mantener la vida útil del diésel, sin comprometer el rendimiento. Además, al ser un combustible de origen natural, podría ofrecer una solución más ecológica en comparación con el diésel tradicional.
Sin embargo, esta apuesta no está exenta de desafíos. Mazda ha indicado que, por el momento, solo planea utilizar el biodiésel en su mercado natal, Japón. Además, el coste de este combustible es uno de los principales obstáculos. Aunque es una alternativa más ecológica, el biodiésel no será barato, lo que podría limitar su adopción a gran escala.