Windblown, el "Hades" del estudio que hizo Dead Cells: vértigo a los mandos y elementos que pulir en su early access

Si hablamos de Dead Cells no solo estamos valorando uno de los títulos independientes más adictivos de los últimos diez años. Es, quizá uno de los títulos más conocidos e influyentes de la gran oleada de la esfera indie, junto a l. Tampoco podemos olvidarnos del continuo soporte de su desarrolladora, Motion Twin, con numerosos DLC para mantener vivo el videojuego durante el paso de los años, incluyendo incluso una colaboración con Castlevania. Ahora ha decidido continuar su estela de éxito con un nuevo roguelike, aunque esta vez incluyendo un multijugador cooperativo. Hablamos de Windblown, la obra que saldrá el próximo 24 de octubre. En ElDesmarque hemos podido probar el acceso anticipado para streamers y medios y os contamos nuestras primeras impresiones.

En primer lugar, lo sentimos mucho, pero la comparación con Hades es obligada. El título de Supergiant Games marcó tendencia con su roguelike de vista isométrica en el que tenías que escapar del infierno griego. El tipo de juego es el mismo, la perspectiva es casi idéntica, la jugabilidad es muy similar y a los mandos se siente bastante parecido. A continuación procedemos a valorar alguno de los aspectos que caracterizan a Windblown tras nuestras primeras horas de juego.

Así las cosas, las partidas o runs empiezan en un pequeño escenario abierto que funciona como HUD, donde están la tienda de habilidades, los desbloqueables... En este caso, es como una especie de isla en la que conviven animales antropomórficos que han sobrevivido a una catástrofe. Una especie de tornado ha sacudido el mundo, y nuestra misión será lanzarnos en una expedición hacia dentro de ese tornado para rescatar a nuevos supervivientes del cataclismo para mandarlos a la isla. Con esta excusa narrativa, en la que también está contextualizada nuestra muerte, nos lanzamos a recorrer Windblown.

Un movimiento vertiginoso y el combate, lo mejor de Windblown

En primer lugar, tenemos que destacar la movilidad del personaje. Se mueve muy rápido y la sensación es de mucho vértigo. Tiene un dash que puedes dirigir en cualquier dirección y desplazarte rápidamente entre las plataformas que forman el camino o las diferentes arenas de combate que vas atravesando a lo largo de los niveles. Esta mecánica será vital en el videojuego, no solo para el desplazamiento, sino también por el esquive. Algunos enemigos te harán incluso tener que medirlo con cierta precisión. Sin llegar a ser muy exigente, sí tendrás que poner atención para evadir algún golpe en un momento preciso.

Lo cierto es que Windblown tiene un combate muy agradable. La velocidad del dash, que ya usabas para esquivar los ataques, también te servirá para sorprender por detrás a los enemigos y atacar sus puntos ciegos, donde no pueden hacerte daño hasta que se giren o realicen un ataque circular o de área.

Los elementos de los que dispones para combatir Windblown son muy variados. En el apartado de las armas, nosotros hemos desbloqueado tres espadas diferentes, unas dagas dobles y tres armas a distancia. Cada una tiene su combo, una sucesión de movimientos que acaba en un remate crítico. Puedes portar dos a la vez, asignando cada una en X e Y (en mando de Xbox y Steam Deck). Durante cada carrera (cada vez que te internes en el tornado es una run) irás encontrando nuevas armas de niveles superiores que podrás cambiar por la inicial, y añadiendo las más nuevas nuevos efectos secundarios. Asimismo, tendrás como complemento dos "ornamentos". Son herramientas de apoyo que pueden ser ofensivas o inflingir estados perjudiciales. Es a partir de aquí donde el combate brilla.

Las mecánicas que te permiten hacer mucho daño a enemigos

En este sentido, puedes enlazar un ornamento que infrinja un estado perjudicial, pongamos, por ejemplo, pringue, más un combo con un arma que aumente el daño a enemigos con pringue, más un crítico de combo con tu arma secundaria. De este modo, puedes acabar relativamente pronto con varios enemigos menores, o con algunos mayores, en las primeras horas de juego. Si tienes suerte y te tocan elementos que combinen bien entre sí, harás mucho daño y limpiarás las arenas con bastante facilidad.

Del mismo modo, dispondrás de una mecánica llamada "cristalización". Algo similar al estado de aturdimiento que te permitirá, si te das prisa, eliminar a tu enemigo pulsando el comando con un golpe de gracia. Es relativamente fácil de conseguir si comprendes el sistema de combate, por lo que esto te permitirá avanzar con mucha velocidad a través de los primeros mundos cuando vuelvas a morir... y otra que desbloquearás más adelante y que no desvelaremos para dejar que los jugadores la descubran.

Además, irás desbloqueando diversos "dones", habilidades pasivas que te servirán para mejorar tus atributos en determinadas circunstancias, amén de los potenciadores, que subirán tus estadísticas durante toda la partida. Pues como en cualquier roguelike, efectivamente.

Por último, el juego tendrá un pequeño sistema de economía con varias divisas: una para comprar elementos durante tus partidas, que desaparecerá tras cada run, y otras dos que acumularemos para desbloquear nuevos dones y otros elementos que nos ayudarán durante tus partidas.

El apartado técnico y las fallas de Windblown: le falta originalidad

Asimismo, sobre su rendimiento, nosotros lo hemos jugado en la configuración por defecto, a 4k y 60fps con total comodidad en PC. No es un juego exigente en absoluto, así que podéis estar tranquilos. Por otra parte, lo hemos probado en Steam Deck y ahí deslumbra. Es un juego perfecto para jugar en portátil. No sería de extrañar que lo viéramos en un futuro porteado a Nintendo Switch o, en su defecto, en su sucesora el año que viene.

Sin embargo, no todo en este juego es positivo. Lo cierto es que, si bien Dead Cells es un juego sumamente reconocible, así como pasa con el antes mencionado Hades, Windblown parece el enésimo juego clónico del enésimo estudio formado por cuatro chavales que deciden meterse a hacer un videojuego. Sus tonos pastel a lo Fortnite o TemTem, su falta de originalidad y variedad en los escenarios y unos enemigos bastante olvidables penalizan un poco la experiencia. El juego es bonito, pero también lo son las muchas cosas a las que ese tono y paleta de colores evoca. Los personajes jugables, en cambio, me parecen graciosos. Mi favorito es el basilisco, que me recuerda al lagarto bailando del meme. Ah, y la música también está muy bien. Tiene algunas pistas de música electrónica muy pegadizas.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que el juego, que se encuentra en la fase final de su desarrollo, sale a la venta de manera oficial el día 24 de octubre. Es decir, faltan unas dos semanas para su lanzamiento. En este tiempo deberían enfocarse en nivelar la dificultad de los jefes. En alguno (el primero, al final de la segunda zona, sin ir más lejos), el pico de dificultad no es coherente con el esfuerzo que requiere llegar, la curva de aprendizaje es demasiado inclinada.

Las conclusiones de Windblown:

Como resumen tras haber jugado al early acces de Windblown, tenemos que reconocer que el juego es muy agradable en cuanto a lo jugable. Si bien tiene cosas por pulir, quizá incluso a la hora de nerfear alguna sinergia, pero especialmente en la dificultad de los jefes (un error, por otra parte, muy común en los roguelike), se trata de un título muy recomendable si te gusta el género. Por contra, hay exponentes más conocidos y que, seguramente, prefieras elegir mucho antes. Desde luego, no se trata de una propuesta que venga a revolucionar el género, ni en lo jugable, ni tampoco en lo visual.

Lo mejor: 

• El impulso o dash, es la principal mecánica jugable. A los mandos se siente increíble.
• El sistema de combate es muy divertido y te da cierta agencia para jugar como tú, como jugador, prefieras.

Lo peor: 

• Poca originalidad jugable. Se parece demasiado a Hades y, en muchos momentos, incluso a Bastion.
• El apartado artístico. No es feo en absoluto, pero es muy genérico.
• El estudio no ha estado ni cerca de igualar su anterior obra.