Ricky Rubio, Simone Biles o Josip Iličić: deportistas de élite a los que la salud mental le pasó factura

Ricky Rubio, Simone Biles o Josip Iličić son algunos de los nombres más conocidos que se vieron obligados a parar su carrera como deportistas de élite para centrarse en su salud mental. Aunque no son los únicos, ya que cada vez hay más casos en todos los deportes y niveles, todavía esto nos sigue chocando. ¿Por qué tenemos normalizado que las lesiones físicas no son compatibles con la práctica deportiva, pero las mentales sí?

La evidencia nos dice que el deporte profesional influye en la salud mental, pero esto no es nuevo, sino que es algo que siempre ha pasado, pero que se prefería mantenerlo oculto. Sin ir más lejos, un ejemplo de ello es el caso de Thierry Henry cuando confesó durante una rueda de prensa que "estuve mintiendo durante muchos años, la gente no estaba preparada para escuchar esto. Pasé por momentos de depresión".

Factores de riesgo en el deporte de élite

A pesar de que los estudios se han empezado a hacer en los últimos años, teniendo en cuenta que antes era algo que "no existía", se sabe que hay una serie de "factores de riesgo que condicionan la aparición, el pronóstico y la recuperación de un trastorno de salud mental", indica un trabajo de la Universidad Autónoma de Madrid.

En primer lugar se sitúan las características individuales de cada atleta donde se incluye el "grado de autoestima, las estrategias personales de afrontamiento y el apoyo social" como elementos protectores. Esto significa que no a todos los deportistas de élite les afecta de igual forma los factores de riesgo.

Siguiendo esta misma línea, los estudios estiman que "un atleta puede estar expuesto hasta 600 factores estresantes diferentes, que a largo plazo, generan un impacto en su salud mental", entre ellos están:

• La vulnerabilidad constante a sufrir lesiones y la fatiga muscular por las altas cargas de entrenamientos y competiciones -como está ocurriendo en estos momentos en el fútbol-.
• El nivel de competición y la alta exigencia
• Viajes constantes y falta de descanso
• Renuncia a tener una vida personal y familiar 'normal'
• Retirada forzada por factores externos por edad, lesiones, situación económica -muchos deportistas de élite no tienen el apoyo económico suficiente como para dedicarse a ello-.
• Presión mediática

Ansiedad y depresión, los más prevalentes en este colectivo

"Los trastornos de ansiedad y depresión son los más prevalentes en este colectivo", indica un artículo de la 'Revista Internacional de Salud Mental, Investigación y Humanidades'; no obstante, no son los únicos. El consumo de sustancias tóxicos como alcohol o drogas o los trastornos de conducta alimentaria (TCA) son otras de las afecciones que no se deben pasar por alto.

"El consumo de alcohol o cannabis suele ser frecuente como método de evasión del estrés y de la presión de la competición. También se asocia con un mayor control del dolor después de una lesión y de la fatiga tras un duro entrenamiento", explica el artículo. Sin embargo, lo que empieza como algo puntual puede llegar a arruinar tanto su carrera profesional como su vida personal y su salud.

En cuanto a los TCA, "son patologías que tienen una gran prevalencia en el entorno deportivo, principalmente en actividades de resistencia, en las que es necesario un control estricto de peso o en las cuales el bajo peso supone una ventaja competitiva y la estética es importante".