Una psicóloga analiza el impacto del desfile de Victoria's Secret en las mujeres: "La adolescencia y la juventud son fases críticas"

Hace uno semana tuvo lugar uno de los eventos más esperados del año para los amantes de la moda interior femenina, el desfile de Victoria's Secret. Seis años después, los 'ángeles' -apodo que reciben las modelos de la marca- han vuelto a desfilar por la pasarela con sus extravagantes alas y elegantes lencerías.

Un año más, los cuerpos que la sociedad identifica como 'perfectos' han protagonizado el desfile, sin embargo, por primera vez han compartido pasarela con modelos de tallas más grandes con el objetivo de mostrar una imagen más inclusiva y visibilizar que cualquier cuerpo es digno de ser un ángel de Victoria's Secret, pero ¿ha tenido el efecto esperado?

Tras el desfile, las redes sociales, especialmente Tik Tok, se llenaron de vídeos en los que aparecían mujeres muy jóvenes preparándose la 'cena', o así lo llamaban ellas, que consistía en descongelar un cubito de hielo, un plato vacío, un vaso de agua con limón... Lo preocupante no son los vídeos en sí mismo, sino lo que estos significan, así como el posible impacto que estas publicaciones tienen en algunas personas.

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Insatisfacción, trastornos alimenticios, distorsión...

"La exposición repetida a cuerpos que se consideran socialmente "perfectos" -no solo en el desfile de Victoria's Secret, sino también en escaparates, redes sociales, anuncios...- puede generar una insatisfacción corporal en muchas mujeres", asegura la neuropsicóloga clínica, Alba García, a ElDesmarque.

Esta sobreexposición "está directamente vinculada con mayores niveles de comparación social", cuyos efectos "abarcan desde la insatisfacción corporal, baja autoestima, hasta el desarrollo de trastornos alimentarios como la anorexia, bulimia y trastorno por atracón", añade la misma.

Además, el hecho de tener la necesidad y la presión por ajustarse a cánones de belleza muy difíciles de alcanzar "puede generar problemas de salud mental, incluyendo ansiedad y depresión".

Esto también sucede cuando se describe a una mujer como 'talla grande', cuando en realidad no lo es, simplemente porque se sale unos centímetros del famoso 90,60,90. "Puede crear confusión y distorsión en la percepción corporal de las espectadoras, así como una forma de reforzar los estándares poco realistas, donde incluso cuerpos normales o saludables se etiquetan como "grandes" o "imperfectos", alimentando la idea de que solo los cuerpos extremadamente delgados son aceptables".

Los perfiles más vulnerables

Ninguna mujer está exenta de padecer estos problemas al sobreexponerse a estos cuerpos constantemente, pero es cierto que hay un grupo de mujeres que son más vulnerables a estos efectos.

Durante la adolescencia y la juventud temprana, fases críticas de formación de identidad e imagen corporal, las mujeres "suelen ser más susceptibles a la comparación social debido a la búsqueda de aceptación y pertenencia al grupo, lo que pone en riesgo desarrollar trastornos alimentarios y problemas de autoestima". Asimismo, "las mujeres de mediana edad también pueden experimentar este tipo de presión".

"No todas distinguen el tono irónico"

En cuanto a los vídeos que hacen referencia a la nula ingesta de calorías tras ver el desfile de Victoria's Secret también tienen su peligro; aunque muchas puedan distinguir el tono irónico, "no todas las mujeres, especialmente las más jóvenes, lo detectan", matiza la profesional.

Aquellas personas con una baja autoestima o una predisposición a la comparación social pueden malinterpretar y tomar en serio estos vídeos aumentando su insatisfacción corporal.

Los hombres también pueden sufrir esa presión

Hasta el momento, en este artículo tan solo se ha hecho referencia a las mujeres, pero los hombres "también pueden verse afectados por los ideales de belleza y cuerpos representados en los medios", pero de otra forma.

"La presión social para los hombres se enfoca más en otros aspectos, como la musculatura o la definición física. La exposición a imágenes de hombres extremadamente musculosos o atléticos puede generar una insatisfacción corporal en hombres jóvenes, lo que puede llevar a problemas como el uso de esteroides, la vigorexia -preocupación obsesiva por ganar músculo- o desórdenes alimenticios menos comunes en hombres, como el trastorno de atracón", concluye la misma.