La tensión estalla en el banquillo del Cádiz en Ipurúa: aspavientos y discusión entre San Emeterio y Alejo

El Cádiz continúa en caída libre y este miércoles ha sumado una nueva derrota frente al Éibar en Ipurúa en el duelo correspondiente a la undécima jornada del campeoanto en LALIGA HYPERMOTION. La situación del equipo es crítica al ocupar uno de los puestos de descenso de la tabla clasificatoria en Segunda división. La tensión se palpa en el ambiente y la han ejemplificado a la perfección Iván Alejo y Fede San Emeterio, cuyo rifirrafe en el banquillo ha llamado la atención.

Alrededor del minuto 70 del partido, y tras la sustitución de Fede San Emeterio por Kouamé, se pudo ver un momento de tensión entre el centrocampista e Iván Alejo en el banquillo.

Ambos parecían intercambiar pareceres sobre alguna acción puntual del encuentro. Aspavientos y caras expresivas hacían presagiar que la situación del equipo en el mismo banquillo era complicada viendo que el resultado de Ipurúa continuaba siendo a favor del cuadro armero. Finalmente, este desencuentro no pasó de ahí.

El Éibar-Cádiz

El Cádiz ha vuelto a perder. Otra demostración de impotencia en un partido donde el Éibar no ha tenido ni que sufrir para llevarse los tres puntos. Paco López optó por hacer rotaciones en una semana con tres partidos y el resultado fue el de siempre: un equipo que empieza más o menos bien, pero que se va diluyendo hacia la nada y que encaja un gol sin que el rival tenga que pisar el acelerador.

Pasan las jornadas y no se ve el menor atisbo de recuperación. Más bien, todo lo contrario. Los errores se repiten sistemáticamente y los jugadores con algo de brillantes se van contagiando de una mediocridad generalizada que tiene al equipo en zona de descenso y al cadismo en una depresión constante.

Paco López, cuyo crédito debería estar más que agotado, tardó mucho en hacer los cambios, aunque en este caso tampoco jugadores como Ocampo, Ontiveros o Carlos Fernández fueron capaces de ofrecer un panorama muy diferente. Imagen patética de un equipo que va a la deriva y que necesita un chute de energía en forma de cambio radical.