Rubén Iranzo y los relatos de la DANA una semana después: “Ni a casa ni al coche, unos vecinos nos acogieron seis horas"
-
Es el capitán del Valencia Mestalla
-
Ha contado con ayuda de jugadores del filial y primer equipo
-
José Bordalás se niega a hablar de la derrota en Vigo por la DANA: "No se debía haber jugado por respeto a todas las víctimas"
Una semana después de lo ocurrido en Valencia, todavía hay mucho por lo que luchar. Las inundaciones torrenciales acabaron con todo a su paso y cada vez son más los afectados. El fútbol ya ha mostrado su descontento con la decisión de tener que jugar LaLiga EA Sports e incluso algunos jugadores han tenido que vivir en sus carnes la destrucción de la DANA.
Uno de ellos es Rubén Iranzo, jugador y capitán del Valencia Mestalla, filial del conjunto ché. El futbolista no pudo ir a entrenar tras lo ocurrido y su casa ha terminado devastada tras lo ocurrido. Una semana después, ha podido relatar en rueda de prensa como vivió todo.
"Parecía un día normal que podía llover fuerte pero normal. Estábamos en casa viendo la tele y nos llamó mi hermano avisando de que el barranco estaba a punto de desbordarse. Sacamos los coches, que visto lo visto, tuvimos bastante suerte, los dejamos en una zona donde pensábamos que no les iba a pasar nada, íbamos andando y llegó el agua", comenzó diciendo.
La ayuda de unos vecinos, clave para salvarse
Una situación en la que la solidaridad de la gente pudo salvar muchas vidas. "Nos pudimos meter en casa de unos vecinos que nos acogieron a unas 20 personas y allí estuvimos unas 6 horas hasta que bajó la fuerza del agua y pudimos ir a nuestra casa que estaba inundada más allá de la cintura", dijo.
"Al abrir la puerta salía el agua que se había cumulado en la casa, en lugar de entrar la de fuera", relató el futbolista. "Las primeras horas fueron muy duras, sin comer ni beber nada. Intentamos dormir en el piso de arriba, y al día siguiente fui con mi padre andando hasta Valencia para buscar algo de comida y bebida", comentó sobre la necesidad junto a su familia.
Una situación desesperante y que provocó una gran angustia al central del Valencia Mestalla. "Impactaba mucho lo que veías. Y sorprendía que ibas andando de Picanya a Valencia ciudad y allí estaba todo normal y al volver a Picanya y verlo todo como estaba, te hundías de nuevo. Picanya, el pueblo entero está destrozado, con mucho daño material, no tantas pérdidas de personas como Paiporta, pero daño material terrible. Es algo como de película de terror, como si hubiera pasado un tsunami o una bomba", asegura, antes de agradecer la solidaridad de todas las personas anónimas.
"Ha sido increíble. Ha sacado el mejor lado de la humanidad, con los miles y miles de voluntarios que han venido al pueblo, es de agradecer y estaremos eternamente agradecidos a la propia gente del pueblo y los voluntarios que han venido de Valencia y otros puntos de España los que han sacado la situación que había", dijo, antes de revelar que incluso sus compañeros no dudaron en ayudar. "Jugadores del Valencia Mestalla y del primer equipo han venido a casa a limpiar y sacar barro, agua, y nosotros es muy importante. Estamos muy agradecidos".
Una situación que mejora en Picanya
"En Picanya tenemos un acceso directo a Valencia y tenemos bastante agua y comida y sobre todo están pidiendo material desinfectante, prevención para evitar contagios, mascarillas, guantes, botas…. En la Ciudad Deportiva los trabajadores me han llenado varias veces el coche que me ha dejado Sergi Canós y llevando comida agua, comida y material médico".