Borja Fernández, decepcionado con el Pucela: "Se portaron mal, no me dieron lo prometido"

Hace cinco años que Borja Fernández se retiró como futbolista profesional y lo hizo en Valladolid, lugar que fue su casa durante varias etapas de su carrera. Desde entonces, ha vivido toda la polémica del caso Oikos, en la que llegó a ser detenido y, tras mucho tiempo de calvario, absuelto. Ahora, disfruta como entrenador en la UD Ourense, en la Tercera División de la Real Federación Española de Fútbol, aunque no sabe qué sucederá con su futuro: "Vivo feliz y cómodo en la incertidumbre. Estoy muy a gusto, pero no sé qué va a pasar".

El exjugador gallego cuenta en Marca cómo vivió el caso Oikos y hasta qué punto le cambiaron la vida con todo ello: "Al final, entre unos y otros, mucho. Unos por no querer investigar y, otros, por no cumplir su palabra, como pasó en el Real Valladolid. Me quedé tirado, pero la vida sigue, siempre he querido ser entrenador. Los policías que no hicieron su trabajo, siguieron trabajando. Y, aquí, el que se gastó todo su dinero en abogados fui yo. Por lo menos demostré que no había nada contra mí ni contra nadie. La investigación fue una chapuza y me jodieron la vida por como yo llevaba enfocado mi camino".

Su salida del Real Valladolid Juvenil

Además, el ourensano recuerda lo que pasó tras su retirada en el Pucela como futbolista en 2019 y su final como técnico en la ciudad vallisoletana. Y es que en 2022 tuvo que abandonar el Real Valladolid Juvenil A y no por voluntad propia: "Lo sucedido me cerró puertas en el Valladolid solamente. Hago ponencias en LALIGA, he podido entrenar, he ido a ver equipos y entrenadores... La gente me apoyó desde el principio. Son muchos años en el fútbol, he pasado por muchos vestuarios y saben cómo pienso. En ese aspecto, el fútbol conmigo siempre se portó bien, el que se portó mal fue el Valladolid, me tocó en mi 'casa', no me dieron el puesto que me habían prometido".