El Atlético acaba con el sueño del Cacereño y se deja el pellejo en honor a Robe Iniesta y Extremadura
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El Atlético de Madrid remonta para poner fin al sueño del Cacereño
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Los extremeños lo dieron todo y volvieron a hacer soñar a toda Extremadura
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El fútbol de élite volvió a Extremadura en esta víspera del Día de la Constitución con la visita del Atlético de Madrid al Cacereño en la segunda ronda de la Copa del Rey. Los 9.483 espectadores pudieron presenciar un encuentro que tuvo dos caras para los locales: desde la ilusión durante más de 80 minutos al drama final que no evita que toda Extremadura se marche orgullosa de ver a un equipo que le plantó cara a uno de los mejores clubes del planeta con tres campeones del mundo sobre el césped.
A Cáceres volvió el equipo colchonero casi 33 años después de aquel invento de Jesús Gil y a 42 años de una histórica eliminatoria copera en la que el Atleti sólo pudo lograr el pase en la prórroga, tras el 1-1 en el, por entonces, novedoso Príncipe Felipe y un 2-2 en el Calderón que llevó el encuentro a la prórroga. Allí, Hugo Sánchez confirmó su doblete para el 4-2 que evita la sorpresa por parte de los extremeños, donde ya despuntaba Manolo Sánchez tras haber debutado con 15 años.
El ariete extremeño, es leyenda de los dos equipos y, como vínculo de unión entre ambos y, quizás, como el mejor futbolista nacido en Cáceres de la historia, recibió los aplausos en su homenaje previo al partido. Allí ya presentaban un gran ambiente las gradas a pesar de que, detrás de la portería del Fondo Norte, los altos precios impidieron que se registrara un lleno total.
Tras el Redoble cacereño y el saque de honor de Manolo, arrancó un partido en el que, desde el primer momento, se cumplió la batalla que se presagiaba. A pesar de la gran cantidad de aficionados del Atlético de Madrid procedentes de toda Extremadura, los silbidos y abucheos para los rojiblancos fueron habituales salvo para Javi Galán, nacido en Badajoz y con orígenes en Montánchez.
El césped ya hacía de las suyas desde el principio pero no por ello el Atlético intentaba llevar la pelota a la portería de Diego Nieves por el suelo. No así un Cacereño que no dudaba en colgar balones para que la pelease Chris Martínez a pesar de la notable diferencia de altura con Axel Witsel y un Robin Le Normand que estrenó su casco 'a lo Cech'.
Hasta los 20 minutos no llegó el primer tiro a puerta, obra de Sorloth desde la frontal, lo que da buena muestra del gran nivel defensivo del Cacereño. No es para menos y no cogía el nivel del rival por sorpresa a un Julio Cobos que ya le sacó un 0-0 al Barcelona en la 15/16 con el Villanovense y solo cayó por la mínima frente al Real Madrid en enero de 2023.
No es un tópico eso de que quien perdona la paga y así se comprobó alrededor de la media hora de partido. Primero, Samu Lino no fue capaz de batir a Diego Nieves en el mano a mano y, ahí llegó una contra de libro. Sancho abrió a Chris Martínez y este se la puso para Álvaro Merencio, que se tiró con todo para batir a Juan Musso y desatar la locura en un Príncipe Felipe que comenzó a creer en la gesta.
La tuvo Rodrigo Riquelme antes del descanso de nuevo pero, otra vez, Diego pudo mantener su portería a cero saliendo a los pies del internacional español. Para ese entonces, Diego Pablo Simeone ya había evolucionado desde su tranquilidad inicial a ese nervio tan característico suyo, a sabiendas de que algo no iba bien más allá de mirar al mal estado del césped, algo habitual entre los visitantes.
El descanso sirvió para que la afición se viniese arriba al ritmo de artistas locales tales como David de Rueda y un tal Robe Iniesta mientras se sorteaban las rifas en las que el jamón, como no podía ser de otro modo, cobraba protagonismo. Simeone no estaba para fiestas precisamente y se notó en el triple cambio que realizó al descanso quitando a Azpilicueta, Le Normand y Rodrigo Riquelme para la entrada de Lenglet, Marcos Llorente y Julián Álvarez.
Salieron mucho más enchufados los atléticos y la tuvieron nada más arrancar en una jugada embarullada en el área que casi terminó transformando en gol Rodrigo de Paul en medio de todo el jaleo. Los espacios ya se veían a la espalda de la defensa madrileña y Merencio tuvo el 2-0 en un disparo lejano que tocó en un defensa.
Correa falló otro mano a mano y Rodrigo de Paul permitió, con un disparo a la escuadra, que Diego Nieves se luciera con una espectacular palomita. Ocasiones que ejemplifican el tremendo acoso al que sometieron los colchoneros a los cacereños durante una segunda parte que se les hizo eterna a los locales.
Del sueño del Cacereño a la pesadilla
Pasaban y pasaban los minutos mientras la afición local disfrutaba de lo que parecía iba a ser una fiesta y se quedó en un sueño del que no te quieres despertar. Porque al final, con un Cacereño ya fundido y extenuado, sin su mariscal Javi Barrio y con una última celebración en forma de ovación cerrada a Deco llegó un palo tremendo en forma de 1-1.
Clément Lenglet se elevó entre todos para cabecear un centro medido de Rodrigo de Paul que cogió a Diego a pie cambiado. Era ya el minuto 83 y, en el más difícil todavía, Jaime Sancho, que había visto la primera amarilla al derribar a Javi Galán en la jugada previa al empate, vio la segunda en el 85' al cortar una contra de Samu Lino. Tampoco acabó el partido Simeone, desquiciado con el árbitro en esa metamorfosis que le llevó a perder los nervios con el paso de los minutos.
La epopeya adquiría ya unos tintes demasiado exagerados y, para colmo, la mala suerte se cebó con un Cacereño que nunca pudo levantarse. Un disparo de Rodrigo de Paul tocó en Adri Pérez y terminó colándose ante la mirada de todos los jugadores extremeños, que no se podían creer que esa pelota fuera la culpable de poner punto y final a una noche para el recuerdo.
El gol de Julián Álvarez para el 1-3 fue una anécdota en una noche en la que Extremadura volvió a cobrar el protagonismo que pocas veces recibe. El Cacereño ha vuelto a poner en el mapa, al menos por unas horas, una región poco dada a ser 'la reina del baile' y a acaparar los focos. Al menos, el destino quiso que Javi Galán fuese uno de los más destacados.
Lejos quedan ya los años del Extremadura y el Mérida en Primera y sólo el Cacereño se atreve a responderle a toda España que sí, que el fútbol extremeño también existe. Málaga, Eibar, Real Madrid y Atlético de Madrid (el Girona perdió), tuvieron que bajarse al barro, literalmente, desde la liga de las estrellas para lograr el pase de ronda en Copa del Rey en el Príncipe Felipe.
"Tierra de conquistadores, no nos quedan más cojones. Si no quieres irte lejos, te dejarás el pellejo". Robe Iniesta pronunció estos versos liderando a Extremoduro y el Atlético de Madrid hizo honores sudando sangre para salir con el triunfo ante un heroico Cacereño del que, los extremeños, nos podemos sentir más que orgullosos.