Arrancan los juicios por los disturbios del Ajax-Maccabi Tel Aviv entre acusaciones de "terrorismo" y "antisemitismo" entre Países Bajos e Israel
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La Justicia en los Países Bajos ha arrancado el proceso contra siete personas acusados de violencia contra aficionados del Maccabi de Tel Aviv antes de su partido contra el Ajax en Europa League. Un juicio con acusaciones desde Israel de "antisemitismo" y "terrorismo" contra sus fans, que también la liaron en la previa insultando y atacando a los árabes y propalestinos y en el Amsterdam Arena con bengalas y sin respetar el minuto de silencio por las víctimas de la DANA en Valencia. Esto, además, ha provocado una batalla dialéctica entre Israel y los Países Bajos desde sus políticos.
Los siete sospechosos son todos neerlandeses, de entre 19 y 32 años, y comparecen por separado entre hoy y mañana, escuchando la pena solicitada en su contra por actos violentos.
Entre los sospechosos que han comparecido ya está Lucas D., de 19 años, quien envió mensajes en Snapchat como "ponte protector y golpea" y arrojó piedras a la policía. Otro es Sefa Ö, de 32 años, que lamentó sus acciones y negó haber actuado por “antisemitismo”, sino por “furia por la situación en Gaza”.
Nadie será procesado por “terrorismo”, a pesar de los llamamientos desde Israel, ya que, según la Fiscalía, no hay pruebas jurídicas suficientes.
"Terrorismo implica buscar infundir miedo en un grupo específico. Eso, en este caso, fue ciertamente una consecuencia, pues la comunidad judía se sintió intimidada por la violencia, pero eso es diferente a que ese fuera el objetivo de estos sospechosos. Los actos fueron cometidos por ira, frustración y tristeza debido a la situación en Israel y Gaza", señaló el fiscal jefe René de Beukelaer.
En vísperas del partido, los seguidores del Maccabi, señaló la policía, arrancaron y quemaron banderas palestinas, destrozaron un taxi, y recorrieron las calles gritando cánticos como “muerte a los árabes”; “que gane el IDF (Ejército israelí), que se jodan los árabes” o "ya no hay escuelas en Gaza porque no quedan niños”.
Esto se vio como una provocación por quienes se habían opuesto a la celebración del partido, lo que terminó en represalias contra los hinchas israelíes después del encuentro, unas imágenes violentas que dieron la vuelta al mundo, compartidas por la embajada israelí en Estados Unidos, dado el cambio horario, y con Países Bajos durmiendo. El incidente dejó cinco heridos leves, y decenas de detenidos.
Acusaciones desde Israel a los Países Bajos y defensa de estos
Cuando el país despertó, Israel ya había calificado lo ocurrido de “pogromo antisemita” y amenazó con enviar aviones militares para “evacuar” a los hinchas. Los partidos de gobierno neerlandeses asumieron ese discurso, entre críticas de la oposición, y el término “antisemitismo” se extendió a nivel internacional para hablar de los choques con los hinchas israelíes.
El papel jugado por Israel desde la noche de los incidentes ha causado molestias en Países Bajos.
"Mientras nosotros aún recopilábamos hechos, el primer ministro (Benjamín) Netanyahu ya daba una interpretación de lo ocurrido", lamentó la alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, que se retractó por haber descrito la violencia como “pogromo” y acusó a Israel de haberse apoderado del discurso, lo que, dijo, “pilló completamente desprevenidas” a las autoridades neerlandesas.
El ministro israelí de Exteriores, Gideon Saar, calificó esta reacción de Halsema de "totalmente inaceptable" y habló de un "encubrimiento" de lo que para Israel fue “violencia antisemita” y “terrorismo coordinado”.
A finales de noviembre, el Ministerio israelí de Asuntos de la Diáspora y Lucha contra el Antisemitismo envió a varios diputados neerlandeses un documento titulado “Organizaciones basadas en Países Bajos con vínculos con Hamás detrás del pogromo de noviembre en Ámsterdam”, que relaciona a seis organizaciones neerlandesas pro-palestinas con los disturbios.
El Gobierno neerlandés condenó la difusión del informe israelí y advirtió de que este tipo de divulgación “va contra los principios del orden democrático de derecho”. Recordó a Israel que las “acusaciones públicas” pueden tener consecuencias negativas y “repercusiones legales” para los afectados.
"Ni estas acusaciones, ni su fundamento, han sido compartidas a través de canales formales con las autoridades neerlandesas (…) Queremos recibir este tipo de información de países amigos, pero a través de canales oficiales, no de medios de comunicación”, señaló el ministro de Justicia, David van Weel.
Organizaciones judío-estadounidenses también presionan para que los sospechosos reciban una fuerte condena. El rabino Abraham Cooper, del Centro Simon Wiesenthal en Los Ángeles, visitó Ámsterdam y habló en una protesta contra el antisemitismo.
"Retamos a los líderes de esta famosa ciudad a cumplir la promesa de localizar, procesar y, si es necesario, deportar a los organizadores del ataque de la Noche de los Cristales Rotos contra los hinchas israelíes", dijo.
Estas presiones están generando malestar en Países Bajos, incluso entre la comunidad judía. Chanan Hertzberger, de Consulta Judía Central, señaló al canal público NOS que la intervención estadounidense en el sistema judicial neerlandés es excesiva. "Confío en el Estado de derecho neerlandés. Somos perfectamente capaces de manejar nuestros propios asuntos", aseguró.
Se espera que el tribunal dicte sentencia el 24 de diciembre.