El calvario de Álvaro Romero en el Tenerife: su futuro, en el aire

El Tenerife atraviesa por un momento crítico en LALIGA HYPERMOTION. El conjunto insular se ha encomendado a la figura de Álvaro Cervera como el tercer entrenador de la temporada, tras Óscar Cano y Pepe Mel. El objetivo, dar la vuelta a una delicadísima situación, con el equipo en última posición y el escaso botín de once puntos en las veinte jornadas disputadas hasta la fecha, a doce de la salvación aunque con un partido menos.

Para colmo, el regreso del extécnico del Cádiz no ha traído un cambio de inercia inmediata, saldándose con sendas derrotas sus compromisos ante Osasuna en Copa y frente al Levante en LALIGA HYPERMOTION, ambos encuentros jugados en el Heliodoro Rodríguez López. Cervera demanda fichajes pero, primero, el club debe dar salida a algunos jugadores que no entran en sus planes. Uno de los que no están contando con oportunidades es Álvaro Romero, jugador que ha atravesado por un verdadero calvario, en forma de lesiones y falta de confianza, pero que ha despertado el interés de muchos clubes.

Un calvario en forma de lesiones y pocas oportunidades

El atacante sevillano llegó al Tenerife en el mercado de verano de la temporada 2023-24 como un fichaje prometedor, tras su gran rendimiento en el Algeciras durante la campaña anterior, con un total de 10 goles y 4 asistencias en sus 25 partidos disputados en Primera RFEF. Un desempeño que no pasó desapercibido para el Tenerife, que cerró su llegada al Heliodoro antes del final de la temporada. Sin embargo, una lesión del ligamento cruzado de la rodilla, estando aun en Algeciras, no le permitió empezar sobre el césped su nueva aventura en el fútbol profesional.

Tras una lenta recuperación, Álvaro apenas pudo participar en nueve partidos durante su primera campaña con la camiseta blanquiazul, ocho de liga y uno de Copa, marcando un gol en este último, ante el Deportivo en Riazor, para dar el pase de ronda a los suyos. Sin embargo, apenas gozó de la confianza de Asier Garitano, entonces técnico tinerfeño, alcanzando apenas los 125 minutos de participación en total. Para colmo, el drama de las lesiones volvió a cruzarse en su camino. Fue en un partido ante el Eibar en el que volvió a romperse el ligamento cruzado, en esta ocasión en la otra rodilla. Un nuevo percance que le obligó a comenzar la 24-25, de nuevo, al margen del grupo, con un proceso de recuperación culminado ya con Pepe Mel como entrenador. Pero el atacante, pese a entrar en varias convocatorias, solo ha podido participar en la segunda ronda copera ante el Zamora, en la que, además, marcó en la tanda de penaltis decisiva para la clasificación del Tenerife.

Estoy teniendo suerte, pero de la mala 🤣
Todo perfecto, al lío una vez más con trabajo, insistencia y sacrificio.
1/180 💪
Muchas gracias a todos por vuestro apoyo y mensajes. pic.twitter.com/UZnjCV2GnJ

— Álvaro Romero. (@Varo7r) May 9, 2024

Su futuro, pendiente de un acuerdo y con ofertas

Ahora, el club busca la rescisión de su contrato, en vigor hasta el 30 de junio del 2026. Sin embargo, según ha podido saber ElDesmarque, ambas partes están aun lejanas a un posible acuerdo. Mientras tanto, el jugador despierta mucho interés, especialmente en equipos de Primera RFEF, categoría en la que despuntó en Algeciras y, previamente, dejó buenas sensaciones en Unionistas (especialmente, por su recordado gol al Real Madrid en Copa, en la temporada 2019-20). También sondearon su situación conjuntos de LALIGA HYPERMOTION como el Cádiz o el Córdoba (dirigido por el que fuera su entrenador, Iván Ania) aunque, en estos momentos, no son opciones reales.

Los citados Zamora o Algeciras son opciones que maneja, aunque no las únicas, en una categoría en la que clubes del nivel de la Ponferradina estarían interesados en contar con los servicios del atacante para acometer el objetivo de retornar a la élite. También otros, como Antequera o Ceuta, aguardan la oportunidad. Mientras tanto, Álvaro Romero sigue perteneciendo al Tenerife, a la espera de un acuerdo por el que es el club insular el que tiene que mover ficha, especialmente por la urgencia de su momento deportivo y el deseo de satisfacer las demandas de su nuevo entrenador.