Así es Aníbal Colapinto, el padre de Franco Colapinto con quien comparte su pasión por la F1
-
Anibal Colapinto fue piloto de carreras en Argentina
-
Una carrera de karting llevó a pensar en su hijo como un piloto de futuro
-
Flavio Briatore confirma el fichaje de Franco Colapinto por Alpine y Williams reacciona con cariño a su salida
Muchos deportistas comenzaron su andadura en el deporte de la mano de sus familiares. Especialmente, en el caso de los pilotos de la Fórmula 1. Casos como el de Mick Schumacher, que tuvo como modelo a seguir en casa con Michael Schumacher, o Fernando Alonso con su padre, un aficionado al mundo del motor. La pasada temporada tuvo una gran irrupción Franco Colapinto, que comparte, como el resto una pasión con su padre, el automovilismo.
Aníbal Colapinto comenzó en el Speedway de Bahía Blanca, uno de los más fuertes del país. Incluso participó en competiciones de coches a nivel nacional. Si todo ello fuera poco, llegó a ser dueño de un equipo histórico en el mundo del Turismo Carrera, el VW Gacel que llegó a la Fórmula 1. En tiempos que su pequeño Franco comenzaba a ir a los autódromos.
Anibal ha acompañado siempre a su hijo Franco Colapinto
Así lo aseguró en una entrevista a Infobae. "Si son bahiense y te gusta el deporte, corres en Midget o Speedway", afirmó, desvelando que de joven "era un loco de las motos y vivía en los talleres". Recordó el día que se armó una Gilera 174 cm3 para correr y se enfrentó a varios pilotos extranjeros por el Campeonato del Mundo de Speedway. Mientras él se dedicaba al trabajo en el taller, otros competían. Hasta que un día le señalaron que tenía que correr en 500 cm3.
Gracias al apoyo que le dieron sus amigos comenzó a competir. Una afición que no compartía con sus padres, que deseaban que fuera jockey. Lo que llevó a tener una discusión con su padre al vender uno de sus caballos para comprarse su primera moto. Sin embargo, en vez de seguir adelante en su trayectoria pudiendo correr en el extranjero, los estudios y otras obligaciones hicieron que tuviera que dejar de lado aquella pasión. Al menos, por el momento.
El padre introdujo al piloto de Fórmula 1 su amor por los coches
De hecho, un accidente con 23 años en uno de los momentos que volvió a ponerse a los mandos de un vehículo tuvo un grave accidente. "Una carrera duró el auto nuevo, hasta el motor se partió", recordó, señalando que le llevaron al hospital y al ver a su hija mayor, con seis años, decidió terminar por completo su temporada.
Sin embargo, su carrera no terminó ahí. Realizó algunas carreras más y se llegó a hacer dueño de una escudería histórica como VW Gacel. Un coche que tuvo el dorsal 43, el número que adoptó su hijo para correr en los karts y en la Fórmula 1. No obstante, donde comenzó de verdad la pasión por los coches para el, entonces, pequeño Franco fue en el Turismo Carrera. Una carrera con varios amigos en el karting fue el punto de inflexión que llevó a considerar a su hijo como alguien que podía llegar a ser alguien en el mundo del automovilismo.
Tal fue la confianza que depositó en él Aníbal Colapinto, que llegó a vender una casa para que pudiera correr en la Fórmula 4 de España. "Yo por mis hijos doy odo y con Franco nos metimos hasta el final", desveló.