¿Cómo será el primer chapuzón en las playas de A Coruña?
Este lunes la provincia de A Coruña entra en la fase 2 de la desescalada. En principio, la problemática del uso de las playas no iba a producirse, al menos, hasta el 8 de junio, cuando la fase 3 de la desescalada contemplaba la apertura de las playas. Sin embargo, el Gobierno central decidió, finalmente, adelantar esta posibilidad hasta la fase 2, en la que Galicia entrará, con altas temperaturas.
En esta situación, los municipios costeros competentes en la gestión de sus arenales, han afrontado esta semana un proceso de análisis sobre el modo más efectivo para controlar que las playas no registren aglomeraciones que puedan causar un repunte de contagios de COVID-19.
Lo hacen, tal y como han trasladado fuentes municipales, en una situación de gran "incertidumbre", en la que todavía no saben las exigencias que pondrá el Ejecutivo central, y con la premisa de que la variedad de situaciones de las playas gallegas no harán posible un único método.
Cita previa, descartada
La pasada semana, la Xunta proponía para este fin el uso de una aplicación que, de un modo similar a lo que se hace en la Praia das Catedrais, permitiese sacar una 'cita previa' con la que acudir a la playa empleando un código QR, garantizando así que no se supere la carga máxima de personas permitida.
Sin embargo, la oposición de los ayuntamientos no se hizo esperar, y así se lo trasladó el presidente de la Fegamp, Alberto Varela, en una reunión con representantes autonómicos, en la que quedó descartada el uso de esta aplicación como tal.
El adelantamiento del primer chapuzón a la fase dos, con las temperaturas veraniegas que se registran estos días en Galicia, han pillado a los ayuntamientos aún "con muchas incógnitas".
El plan de A Coruña
Uno de los municipios que ya ha adelantado, aunque de forma provisional, la gestión de aforos es A Coruña, que esta semana aprobó un protocolo que aplicará para los accesos a las playas entre el próximo lunes y el 15 de junio.
Así, se podrá ir a las playas de A Coruña a darse un chapuzón y a tomar el sol, pero no como se hizo toda la vida. Habrá restricciones. Normas inimaginables hasta hace un par de meses. La primera, la mascarilla.
No es que la gente tenga que broncearse con el rostro cubierto. Ni ir a la playa sea como ir en bus. Si se guardan las distancias, permiten tenerla en la bolsa, siempre a mano por si se quiere pasear o charlar en grupo. Tenerla puesta o no tenerla dependerá de lo separados que estén los bañistas. Y el que no cumpla podrá ser denunciado. Porque habrá vigilancia.
La Policía Local y Protección Civil velarán para que no haya aglomeraciones y se cumplan las distancias de seguridad entre las personas. La mascarilla será obligatoria siempre y cuando no se guarden esas distancias.