Queridos Reyes Magos que agarráis el escudo del Dépor...
He visto a Gaspar agarrándose con amor al escudo del Dépor y me llena de alegría comprobar que también llevéis al Deportivo en el corazón. ¡Y como no! Un club que hizo magia durante tantos años y que poco a poco nos ha hecho perder la ilusión.
Ya pocas ilusiones nos quedan y, menos, tras lo vivido en el último año. Por eso, aprovechando que vais a venir, no quisiera dejar pasar la ocasión de escribiros, para que os acordéis del deportivismo y de este equipo que ha desatado tan grande pasión.
Mi primer deseo es concienciación. Concienciación para la plantilla a la hora de protegerse todo lo que puedan cumpliendo las medidas de seguridad para evitar contagiarse de coronavirus y, además del riesgo que pueda correr su salud, perjudicar al Deportivo en su lucha por el ascenso a Segunda División.
También concienciación a la hora de darse cuenta de que saltan al campo con una camiseta que hizo historia gracias al trabajo de unos hombres comprometidos y luchadores. Algunos también hacían magia, como Djalminha o Valerón. Es muy larga la lista y no os voy a pedir Makaays, Bebetos, Pandianis, Mauros o Donatos. Pero sí concienciarse de que no era la camiseta la que jugaba sino los jugadores y son ellos, los que ahora están, los que tienen que entregarse en cuerpo y alma para estar a la altura de este club y de su afición.
Mi segundo deseo es que se cumpla el mensaje del míster y, para ello, os pido también unión. "Si estamos unidos vamos a conseguir nuestro objetivo", afirmó Fernando Vázquez en su brindis por el nuevo año. Como brindaba con agua y dicen que eso trae mala suerte, aprovecho ya de paso para pediros un poco de fortuna porque en esto del fútbol también hace falta y parece que últimamente no está de nuestra parte.
Y, por último, porque sé que estaréis a tope de peticiones, os pido un rápido regreso a las gradas de toda la afición. Sigue siendo tremenda la sensación sin público en Riazor y es un rollo eso de que unos puedan entrar y otros no cuando todos son deportivistas de corazón. Confío en vosotros y en ese amor a un escudo que merece ascender de división.