2-0: William, min.20.
¡Qué alivio!
Tarde muy fría en Riazor aunque los nervios finales ayudaron y mucho a mantener el calor de una grada que vio como su equipo ganó por 2-1 al Rayo Majadahonda. El equipo de Borja Jiménez arrancó el partido de manera espectacular. Pronto se puso con ventaja, le funcionó la estrategia a la perfección pero el gol de su rival afectó y mucho a nivel mental a un equipo que acabó pidiendo la hora. Lo más importante, que los tres puntos se quedaron en A Coruña y que el Deportivo sigue segundo. Qué alivio.
Excepcional inicio
El sol comenzó molestando a Mackay aunque los que arrancaron con peligro fueron sus compañeros atacando sobre la grada de marathon. Con Noel como único punta, se le notaban ganas al canterano de dar un golpe en la mesa. También De Camargo volvía al equipo titular y de una falta cometida sobre el futbolista brasileño del Dépor salió la primera ocasión que supuso, además, el primer gol blanquiazul. Falta sacada por Juergen y gran remate de cabeza de Adrián Lapeña. Tan solo habían transcurrido seis minutos y los coruñeses se adelantaban, justo lo que necesitaban. Acto seguido, también de cabeza a punto estuvo Héctor de marcar el 2-0. Increíble cómo empezó el Deportivo. Qué gusto verle jugar. Qué entrega y sacrificio sin dar un balón por perdido.
El Rayo Majadahonda no ponía en apuros al equipo de Borja Jiménez que a los veinte minutos marcó su segundo gol. Fue de penalti. Un penalti provocado por un hábil e inteligente Noel. Lo lanzó William de Camargo y el brasileño no perdonó. Qué ganas había de ver al Deportivo por delante y con dos goles de ventaja cuando todavía no se había llegado a la media hora de juego. Qué ganas tenía la afición blanquiazul de presenciar algo así y qué ganas de que esto se mantuviese hasta el final. Precisamente, después de la media hora cumplida el equipo visitante aprovechó un error de Calavera para asustar y, posteriormente, Javi Gómez quiso sorprender a Mackay con un fuerte lanzamiento desde fuera del área que, afortunadamente, se fue por encima de la portería coruñesa. También el propio Javi Gómez quiso aprovechar un espacio dejado en lateral izquierdo coruñés antes del descanso pero no consiguió romper la victoria blanquiazul por 2-0 con la que se llegó al final de la primera mitad.
Cambio de cara
Para el segundo tiempo, el Rayo Majadahonda hizo tres cambios, entre ellos, el de su máximo goleador, Héctor Hernández. Abel Gómez quería cambiar el partido y el Dépor tenía que impedirlo pero le costaba. Granero mandó un balón a córner y del saque de esquina salió primero un paradón de Mackay y, acto seguido, el gol de Casado en segunda jugada. El Deportivo había perdido las marcas y esta vez la estrategia le funcionó al Rayo Majadahonda que recortaba distancias y metía el miedo en el cuerpo a los blanquiazules.
El Deportivo intentó reaccionar en el 64' con la entrega de Héctor Hernández. El lateral blanquiazul se marchó de Néstor a la perfección y puso un gran centro a William que no marcó por centímetros el 3-0. Pero el partido seguía abierto y los visitantes se iban a por el empate. Entonces, Borja Jiménez decidió meter a Doncel y sacar a Mario Soriano. Quedaban veinte minutos para el final. Esta vez Doncel sí tenía tiempo a destacar. Sin embargo, el que destacaba era Mackay que tenía cada vez más trabajo balo palos. Los nervios se apoderaban del equipo de Borja Jiménez. Y es que esta última ocasión del rival llegó tras una peligrosa pérdida de Villares. Y hubo más hasta el pitido final. Borja Jiménez pedía calma desde el banquillo pero Riazor sufría. Tampoco ésta fue la tarde de una victoria holgada y tranquila. Lo importante es que la victoria se quedó en casa y eran más que necesaria.