El Oviedo cambia de cara
Chisco García IIPrimer objetivo del año cubierto. El Oviedo sacó adelante el encuentro ante el Burgos gracias a un gol de Diego Cervero y se reencontró con el triunfo en el Carlos Tartiere para demostrar que es posible cambiar la dinámica como local y seguir enganchado a la pelea por el título. Los azules fueron superiores en el primer tiempo y supieron administrar la ventaja en el segundo para llevarse los tres puntos.
Había expectación por ver la primera elección de Granero en 2014 para la alineación titular. Con toda la plantilla disponible, el técnico valenciano tenía mucho donde escoger pero mantuvo el bloque que había conseguido el triunfo en Mieres. Pardo se mantuvo en el centro del campo, Álvaro en el lateral diestro y Alain junto a Cervero.
El equipo mostró la intensidad tantas veces reclamada por la grada y la presión en campo contrario fue su principal seña de identidad. El único pero que se le podía poner a los oviedistas en el primer acto fue la poca presencia en el área rival, por lo demás el Oviedo era superior al Burgos.
Avisó Erice del peligro que podía crear el conjunto ovetense en las jugadas de estrategia, pero su disparo final, tras una dejada de Alain se marchó muy alto. Susaeta fue ayer ese futbolista capaz de desequilibrar un encuentro con su calidad y dio el primer aviso con un centro que no encontró rematador en el área. El Oviedo iba acercándose a los dominios de Aurreko.
El Burgos tenía un patrón muy definido, quería el balón y aguantar las primeras acometidas locales para sembrar el nerviosismo en la filas carbayonas. No lo consiguieron porque Pardo ejerció de mariscal en el centro del campo y dominó esa parcela con absoluta autoridad.
Susaeta probó fortuna con un disparo desde la frontal que el meta del conjunto burgalés despejó con muchos apuros y al final los azules encontraron el premio. De nuevo fue Susaeta el protagonista. El extremo puso un balón medido en el primer palo, en la ejecución de una falta, y Cervero ganó la partida a los centrales para cabecear el 1-0 al fondo de la red. El gol hacía justica a los méritos de ambos equipos.
Con la ventaja en el luminoso, arrancó el segundo tiempo. El Oviedo fue un equipo menos atrevido y cedió el mando del juego al Burgos. Los hombres de Calderé tuvieron algún acercamiento a las inmediaciones de Orlando Quintana como un disparo lejano de Gabri y una internada de Pacheta mal culminada por el delantero.
Pese a tener menos posesión de balón que en el primer tiempo, el Oviedo no pareció pasar por excesivos agobios y supo manejar el encuentro con la serenidad que le faltó en otras ocasiones. La pareja de centrales -Javi Hernández y David Fernández- se emplearon con contundencia y apenas dieron opciones de remate a los burgaleses.
El pitido final supuso la explosión de alegría de la grada del Carlos Tartiere que ve como 2014 se estrena con buen pie y que devuelve al equipo a la pelea por los puestos de honor, aprovechando los pinchazos de Racing de Santander y Guijuelo.