Gol del Lugo

Lo cantó Antón Meana en Radio Marca con el corazón en la garganta y sin ningún sentido reprimido. Fue tal y como es él. Impulsivo. Y lo fuimos todos. Creo que no hay sportinguista que no haya llorado, que no se emocione ante semejante aluvión de imágenes y sentimientos. Los sportinguistas ya tenemos nuestro minuto 92 en la historia. Siempre pudo ser para ganar un partido, o para pasar una eliminatoria, pero no recuerdo nada tan grande. Aquel gol de Alfonso en la Euro del 2000 ante Yugoslavia es lo más parecido que festejé, porque lo de Mendizorroza en el 2008 fue espectacular, pero llegó en la penúltima jornada. Aún así, reconozco que aún me dura cierto bloqueo para colocar esto en la perspectiva correcta. “Gol del Lugo”. Tres palabras que se convirtieron en TT para los restos.

Me emociona ver llorar a Quini. Ese plano de la cámara de TPA con Manu Carriles viendo como Abelardo no parece creerse que Caballero acaba de marcar en Montilivi, o el momento en que en Tiempo de Juego de la COPE con Rodrigo Fáez le dice a su hijo que esto es para él: “Diego, cariño, mi hijo, lo conseguimos. Somos de Primera”. Lo escribo y se me eriza la piel. A Paco González casi se le saltan las lágrimas en Madrid. Alberto García, que ya parece del barrio de La Arena, grita que le han anulado un gol al Girona. Y Nacho Cases, ese 10 que traspasa la camiseta, tira el “pinganillo” de la radio que escucha para correr hacia el fondo porque se ha terminado el partido en Montilivi. La locura.
Pero si algo me ha llegado al corazón es un video de Isaac Escalera, compañero de Cope en Sevilla, y que muestra la alegría y el sufrimiento de Marco Canal, analista del cuerpo técnico, y las lágrimas de Leli Rubiera, el jefe de prensa. Ese abrazo ya es eterno. Demuestra lo que ha sido el Sporting esta temporada: un grupo de amigos que a base de jugar partidos han competido de tal manera que hoy están en Primera División. Todos. Del primero al último. Es tan injusto darle las gracias sólo a la plantilla y al cuerpo técnico que la felicitación de Carmen Moriyon, alcaldesa de Gijón, se convierte en un mal detalle. Hace 3 años bajó el Sporting. Ayer subió el Sporting. No es restarle méritos a Abelardo y sus Guajes. Ellos ya forman parte de la historia del club. Es recordar que cada uno ha tenido su cuota de culpa en que pase esto. Algo que, al fin y al cabo, se cumplió cuando marcó Caballero. Ese “Gol del Lugo” lo provocó todo. Que tres palabras más bonitas que Antón Meana cantó como lo hubiera hecho cualquier sportinguista. Ya es un hito de nuestra radio.