Salvadores

El Sporting de Gijón, líder de la competición, volvió a demostrar su potencial en el José Zorrilla, llevándose un triunfo en el que los rojiblancos supieron trabajar, pelar y sufrir para sumar tres nuevos puntos que les sitúan en una posición privilegiada para buscar el ascenso, con dos futbolistas salvadores en los agónicos minutos finales.

 
No era una cita nada sencilla la que tenían por delante los pupilos de Rubén Baraja, el tanto en los minutos iniciales sirvió para golpear a un Valladolid que pretendía imponer un alto ritmo de inicio con afán de demostrar a su nuevo técnico. No fue hasta el sprint final, cuando los blanquivioletas se volcaron definitivamente sobre el área rojiblanca, momento en el que se agigantaron las figuras del portero Diego Mariño y del central Federico Barba.
Los 90 minutos excelsos, que despachó Federico Barba sobre el terreno de juego, vivieron el colofón final, con la jugada en los instantes finales, en la que merced a un esfuerzo titánico, empujado por los miles de seguidores presentes en las gradas del José Zorrilla, lograba sacar un balón de Jaime Mata que llevaba destino de besar las mallas rojiblancas y subir las tablas al marcador.
Si definitiva fue la acción protagonizada por el italiano, el portero gallego volvió a hacer una de sus intervenciones milagrosas, de las muchas logradas en una temporada fantástica de Diego Mariño, para meter una mano salvadora ante el pichichi de la categoría, que tras una magnífica acción individual dentro del área pequeña, sacó un disparo repleto de veneno que se acabó encontrando con el mejor portero de la categoría.