La generación del 98 se abre paso
La primera victoria del Sporting de Gijón en LaLiga Smartbank dejó varios jugadores por encima del resto. Y, entre ellos, un denominador común. La hornada de los jugadores nacidos en 1998, una de las más prometedoras que se recuerdan, dejó su sello de identidad. Lo hizo por medio de dos de sus máximos exponentes, Pedro Díaz y Manu García. Dos jugadores que, además de compartir año de nacimiento, aúnan el sello de Mareo que la afición quiere en su equipo. La generación del 98 al poder.
Pedro Díaz fue el encargado de despejar la gran duda de la alineación. El centrocampista asturiano fue el sustituto de Nacho Méndez en la medular y refrendó sus buenas actuaciones veraniegas. Actuó en el volante y el centro del campo, completando un partido excelso en varias facetas del juego. Dominó la presión rojiblanca, arrancó el juego y creó ocasiones. Demostró clase en la acción que abría la lata, con un control que dejó en la cuneta al defensa manchego. José Alberto comentó su partido en sala de prensa. "Ha hecho un gran partido, nos lo está poniendo difícil para elegir", comentó el técnico. Razones para dudar no le faltan.
El que despejó dudas fue Manu García. Uno de los mayores exponentes de la generación del 98 dejó señas de lo que es capaz de hacer. Jugó sus mejores minutos desde que regresó al Sporting, con una demostración continua de su calidad con el balón en los pies. El gol representa a la perfección su juego. Una gran conducción de balón, desparpajo para echarse la jugada a la espalda y una definición ajustada al palo. Se llevó al igual que Pedro, una merecida ovación de El Molinón en su primera gran tarde en su casa. Junto a Javi Fuego, los jovenes talentos de Mareo volvieron a dar la cara en un equipo que, por fin, consiguió la primera victoria de la temporada.