El Sporting quiere hacer de El Molinón un fortín: "Un estadio al que los rivales salgan ya temblando, que sea una olla a presión"
El lateral Jordi Calavera, que llegó al Sporting de Gijón en el mercado de invierno, apostó este jueves por "hacerse fuertes en casa" y convertir El Molinón en "un fortín", aprovechando que el equipo afronta ahora dos partidos seguidos en campo propio, ante la Ponferradina y el Real Zaragoza.
El jugador subrayó admitió que la segunda división es "muy complicada, una categoría muy exigente", y puso como ejemplo el hecho de que "el Deportivo de La Coruña era candidato al ascenso y acabó bajando", de manera que "ningún rival es propicio para nada porque todo el mundo puede ganar a cualquiera".
Calavera recordó que estuvo varias veces de visitante en El Molinón, "un estadio muy difícil cuando la gente ayuda al equipo", y por eso el lateral hizo un llamamiento a la afición y pidió "un Molinón fuerte y duro en el que los rivales salgan ya temblando, que les cueste pensar, que sea una olla a presión".
"Creo que los próximos cinco partidos van a ser clave para saber si podremos reengancharnos arriba", manifestó Calavera, quien espera "aprovechar la confianza que da la victoria ante el Mirandés para conseguir los tres puntos este fin de semana".
El lateral derecho aseguró esta "a gusto y contento con la ciudad, la gente y el cuerpo técnico" y dijo tener "ganas de coger el ritmo y volver a ser el Calavera que era".
Una de cal y otra de arena
La plantilla sigue preparando la visita de la Ponferradina con la seria duda de Jony, que sigue ejercitándose al margen del equipo, lo mismo que Nacho Méndez, mientras que son seguras las bajas de Guille Rosas y Berto González. La nota positiva en la sesión ha sido la vuelta del portero Iván Cuéllar una vez completada la cuarentena tras haber dado positivo la pasada semana.