Ekain y el VAR condenan al Real Oviedo

Dura derrota la que encajó el Real Oviedo en el Carlos Tartiere frente al Ibiza. En un encuentro en el que el equipo carbayón se adueñó de la posesión del balón, un gol de penalti -no exento de polémica- de Ekain superada la hora de partido fue suficiente para tumbar a los de Jon Pérez Bolo, que en los minutos finales lo intentaron con ahínco pero no lograron el empate.

No puede decirse que el equipo carbayón no estuviera avisado, ya que en los primeros minutos la zaga sufrió para contener a un Cristian Herrera que percutió por la banda izquierda y que fue el principal catalizador de peligro de la escuadra ibicenca. Aún así, sus principales ocasiones llegaron en acciones a balón parado en las que Tomeu Nadal ni siquiera tuvo que intervenir.

El Real Oviedo, por su parte, no tenía problemas para sacar el balón jugado desde la defensa y dominó la posesión del esférico. Pero le costaba llegar con facilidad a la zona de tres cuartos. Con Sergi Enrich y especialmente Borja Bastón muy vigilados por la defensa, tuvieron que retrasar mucho su posición para poder asociarse. Pese a todo, el delantero madrileño dispuso de las dos únicas ocasiones de su equipo en la primera mitad. La primera, tras un centro medido de Borja Sánchez que no logró cabecear del todo bien y la segunda tras una buena peinada de Enrich. El chut salió muy mordido y rozando el palo.

La reacción del Real Oviedo en la segunda parte fue insuficiente

Tras el descanso, y con la entrada de Koba Leïn en lugar de Jimmy, el Real Oviedo le consiguió dar una marcha más a su juego y embotelló al Ibiza en su área en los primeros compases de la segunda parte. Sergi Enrich la tuvo en un cabezazo muy flojo que Fuzato blocó sin problemas y con una volea en la que, muy trastabillado, ni siquiera acertó a rematar entre los tres palos. Poco después la volvió a tener Bastón con otro cabezazo.

Y es que los centros laterales fueron el principal argumento ofensivo de los de Jon Pérez Bolo ante un Ibiza que se mostró muy sólido en defensa y buscando sus opciones al contragolpe. Pero como reza el refrán futbolístico, el que perdona la acaba pagando y eso le acabó pasando al conjunto carbayón.

Ya avisó Ekain en una acción que se fabricó Appin y que Lucas Ahijado tuvo que despejar prácticamente sobre la línea de gol. Pero poco después, el colegiado decretó la pena máxima al considerar que el balón golpeó en la mano de Rodri Tarín en el rechace de una gran acción individual del delantero vasco, que fue quien se encargó de convertir el penalti. El VAR revisó a ver si estaba en posición reglamentaria.

Tras encajar este golpe, los de Jon Pérez Bolo buscaron reaccionar. Primero fue Marcelo Flores con una buena cabalgada que la defensa del cuadro ibicenco despejó a córner. Y los minutos finales del encuentro fueron un auténtico asedio por ambos flancos del Real Oviedo.

El técnico bilbaíno quemó todas sus naves dando entrada a Samuel Obeng, y dispuso de dos ocasiones clarísimas: un cabezazo y un remate en un córner que acabó pegando en el larguero. Ya en el tiempo añadido, Sergi Enrich recogió en el segundo palo un centro lateral de Pomares, pero no tenía ángulo para rematar.