Todo quedó en un susto: la valla visitante de El Toralín cedió en la celebración del gol de Borja Bastón
El Real Oviedo cuajó dos mitades bastante opuestas ante la Ponferradina. Los de Álvaro Cervera dieron un paso adelante en el segundo acto y obtuvieron recompensa antes de alcanzar la hora de partido. Gracias a Borja Bastón, quien aprovechó a la perfección una gran asistencia de Hugo Rama, los azules se adelantaron en el marcador. En mitad de la celebración, la preocupación se instaló en las gradas de El Toralín.
La afición carbayona se desplazó en masa, una vez más, para vivir en directo el partido de los suyos. La locura se apoderó de la grada visitante tras el gol del ariete madrileño. Éste se acercó a los suyos y una de las vallas que separa al graderío del verde cedió.
La preocupación de los futbolistas del Oviedo al ver esta situación era palpable. El susto no fue a mayores y por el momento no se conoce de ningún tipo de lesión entre los presentes en el graderío visitante.
La rápida actuación de los miembros de seguridad fue clave para que este hecho no pasase a mayores. A buen seguro, los aficionados desplazados hubieran deseado volver a vivir otra celebración en El Toralín con el penalti final de Borja Bastón, pero lo más importante es que todos estos aficionados están bien.