Reencuentro azulgrana
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El chileno Claudio Bravo y el alemán Marc-André Ter Stegen, que compartieron equipo cuando militaban en el Barcelona, se volverán a ver las caras este domingo en la final de la Copa Confederaciones.
Bravo tuvo que abandonar hace un año el Barcelona después de que el club catalán optara por la juventud del guardameta alemán, que amenazó con marcharse a otro equipo ante la titularidad del chileno con Luis Enrique. Mientras Ter Stegen se afianzaba en el Barcelona, Bravo vivió un auténtico calvario en el Manchester City, adonde llegó solicitado por Pep Guardiola.
Ambos empezaron con mal pie en la Copa Confederaciones, ya que Joachim Löw cedió la titularidad a Bernd Leno y Bravo no pudo disputar por lesión los dos primeros encuentros del torneo ante Camerún y Alemania.
La desastrosa actuación de Leno ante los australianos, especialmente en el segundo gol, obligó a Löw a poner de inicio a Ter Stegen.
Bravo regresó ante los australianos tras casi un mes en el dique seco en sustitución de Johnny Herrera y fue de los mejores de su equipo.
En las semifinales, el guardameta formado en el Colo-Colo volvió a demostrar sus reflejos al detener los tres penaltis lanzados por los futbolistas portugueses, además de salvar un gol cantado ante André Silva. No era la primera vez. Ya lo había hecho en las dos finales de la Copa América ganadas por La Roja ante la Argentina de Messi y allá por 2006 ya había dado un título a Colo-Colo en la final de la Apertura ante Universidad de Chile.
El técnico de Chile, Juan Antonio Pizzi, no se cansó de repetir durante todo el torneo que Bravo es el referente moral del equipo, independientemente de que juegue o no.
Ter Stegen ha rayado a un gran nivel desde el partido de la primera fase ante Chile y en las semifinales ante México evitó varios goles. Ahora, nadie duda de que el guardameta barcelonista es el titular indiscutible de Alemania en este torneo y el próximo portero de la "maanshaft" una vez se retire Neuer.
A sus 34 años, Bravo está en la recta final de su carrera, mientras Ter Stegen, de 25 años, tiene todo el futuro por delante, pero a ambos les une la camiseta azulgrana.