Abelardo: Lo mejor de la celebración es que hicimos bailar al mister (Miera)
El gijonés Abelardo Fernández, que como jugador fue 54 veces internacional y campeón olímpico de fútbol con la selección de España, en los Juegos de Barcelona'92 -de cuya final contra Polonia (3-2), en la que marcó un gol, se cumplen este martes 25 años-, declaró a EFE que "lo mejor de la celebración posterior fue hacer bailar al "mister", el seleccionador Vicente Miera.Adrian R. Huber
"De ese partido conservo tres imágenes imborrables: la de mi gol, en una final olímpica; la del gol de Kiko que nos dio la victoria; y la ceremonia de entrega de medallas, escuchando el himno español", comentó, en conversación telefónica con Efe desde Gijón, el técnico y ex central internacional asturiano.
Abelardo fue el autor del primer gol de España en el Camp Nou aquel 8 de agosto de 1992, el que empataba a uno, en el minuto 20 de la segunda parte, un partido en el que, en la prolongación de la primera, Wojciech Kowalczyck (que acabaría jugando, entre otros, en el Betis y en la UD Las Palmas) había adelantado a Polonia.
Los dos tantos del jerezano Kiko Narváez (26 veces internacional y posteriormente convertido en emblema atlético), en el minuto 70 y al borde del pitido final -el que daba la victoria al deshacer el empate a dos logrado en el 75 por Ryszard Staniek, vinculado más tarde al Osasuna- acabaron dando la medalla de oro a España, en un partido épico disputado ante 95.000 espectadores en el estadio del FC Barcelona.
Abelardo, que afrontó ese partido con 22 años, recuerda que lo hizo sin excesivos nervios y "disfrutando del momento".
"Cuando jugaba, yo no me solía poner nervioso ni ante un partido tan importante como ése. Obviamente, había tensión, pero yo no sentía ni presión ni nervios. Aunque es obvio que una final olímpica no se juega todos los días", precisó el 'Pitu'.
"Esa final, además, la afrontamos con mucha confianza, porque llegamos a ella sin haber perdido ni un solo partido y sin haber encajado ningún gol", explicó Abelardo, que en su aún joven etapa como técnico repitió 'milagro' con el Real Sporting de Gijón -en el que se formó como futbolista, antes de jugar en el Barcelona y en el Alavés-, al ascenderlo, primero; y mantenerlo, después, en dos campañas en las que el club estaba sancionado sin poder fichar.
El que fuera avezado central internacional indicó que recuerda "perfectamente" su gol.
"Fue una falta lateral por la parte izquierda que le hacen a (Emilio) Amavisca. La saca (Pep) Guardiola. Salta (Juanma) López y parecía que iba a rematar él, pero no la da, y entonces ese balón lo cabeceé a gol yo", comentó.
"Fue un gol importante, porque nos sirvió para coger confianza y remontar el partido", añadió Abelardo, que también rememoró cómo celebró ese tanto.
"Recuerdo que casi me vuelvo loco, sí. Salí corriendo, pero enseguida vino Luis Enrique; y luego López, que me tiraron al suelo", recordó para Efe el técnico asturiano, que admitió, sin embargo, que "en la final no" desplegaron su mejor juego.
"La final no la jugamos especialmente bien. Es más, quizá haya sido el peor partido que hicimos en el campeonato. Pero lo ganamos. Y acabamos siendo campeones olímpicos", apuntó.
Abelardo también recuerda cómo fue el festejo posterior a lograr uno de los oros más emotivos de toda la historia del olimpismo español. "No, no 'quemamos' Barcelona. Recuerdo que nos llevaron a un restaurante y que pusieron música y todo eso", indicó.
"Así, como anécdota, quizá la mejor fue que hicimos bailar al mister (Vicente Miera). Lo levantamos y lo hicimos bailar. Creo que eso ya fue un logro muy importante, conociendo el carácter del mister" explicó a Efe, entre risas, Abelardo Fernández Antuña.