Batman y Robin, Messi y Ter Stegen
Todo Batman necesita a su propio Robin. Todo héroe necesita a su escudero. En el FC Barcelona el ídolo tiene nombre y apellidos, Leo Messi. ¿El ayudante? ¿El segundo hombre e indispensable? Marc André Ter Stegen.
El portero del Barça no estará en las portadas, pero sí en el apunte de su entrenador y en la memoria de todos aquellos que presenciaron el encuentro.
Cuando peor estaba su equipo, ahí estaban los guantes de Ter Stegen. Cuando Milner buscaba el gol, aparecía Ter Stegen. Cuando Salah se volcaba en el área, aparecía Ter Stegen. Y cuando el alemán no llegaba, la madera.
Aunque por arriba pudo mostrar algunas dudas, los misiles ingleses no fueron problemas para sus manos. Hasta en tres ocasiones sacó el balón cuando parecía que Klopp celebraría.
En los últimos cinco partidos en Champions, en los momentos decisivos, el meta echa el cerrojo: un único gol recibido y tres porterías a cero. Cinco goles encajados en nueve partidos. Números increíbles.
Sus guantes evitaron hasta tres goles de un Liverpool desbocado, de un equipo inglés que impuso su ritmo y su físico ante la apatía de un equipo que tuvo que iluminar el cielo y pedir la llegada de sus héroes.
Tras el partido, todos los focos se fueron al astro argentino, pero la historia, sin lugar a dudas, habría sido muy diferente si en la portería no estuviese uno de los mejores porteros del mundo.