Otro desastre como local
El Valladolid logró una victoria contra el RCD Espanyol en el RCDE Stadium, la segunda esta temporada en LaLiga, después de un gol de penalti de Míchel en el minuto 23 y de allanarsele el camino tras la roja directa a Calero en la reanudación, algo que propició el triunfo pucelano.
La afición perica despidió al equipo con silbidos y cargó duramente contra su entrenador, David Gallego. El técnico queda muy tocado. Plano, en el añadido, consiguió el segundo (0-2) e incendió todavía más los ánimos de los seguidores.
El arranque del Espanyol auguraba otro escenario. A los siete minutos, firmó el aviso serio en el RCDE Stadium. Una combinación entre Vargas y Javi López por la banda derecha acabó en una asistencia a Calleri, que mandó el balón al poste. En la siguiente acción, Vargas remató de cabeza a las manos de Masip.
Los jugadores pericos marcaban el ritmo en el inicio del choque. Combinaban con facilidad y precisión y empujaron al Valladolid a su campo. Calleri entraba en juego de forma habitual y la sensación de peligro sobre el área visitante crecía a media que avanzaban los minutos.
El Valladolid se despegó de la presión paulatinamente hasta recuperar el equilibrio. En el minuto 22, Diego López tuvo que salvar un disparo a bocajarro de Plano. El meta también fue clave en el saque de esquina, aunque no pudo evitar la diana de penalti de Míchel en el 25.
El 0-1 subió al luminoso tras una acción de Víctor Sánchez, que vio la tarjeta amarilla, sobre Óscar Plano. La decisión fue muy protestada por el anfitrión, aunque el árbitro no pidió la asistencia del VAR para señalar la pena máxima.
Pese a lo cerca que estuvo el Espanyol del área antes del descanso, los intentos de remontada del Espanyol no cuajaron, mientras que los de Sergio González, ovacionado en su regreso al RCDE Stadium, insistían ante Diego López. Los catalanes estaban obligados a asumir más riesgos y a dejar más espacios.
En la reanudación, el cuadro local salió a por todas. Darder firmó un par de avisos que rozaron el poste y levantaron a la afición. Calleri también puso el peligro. El Valladolid parecía esperar su momento atrás ante las revoluciones de los blanquiazules, limitando sus apariciones en los dominios de Diego López.
En el 65, el guión volvió a torcerse para el Espanyol. Calero fue expulsado con roja directa por una entrada sobre Sergi Guardiola, el último jugador. La falta, además, acabó en un gol de cabeza de Joaquín, aunque el árbitro lo anuló tras consultar con el VAR por fuera de juego.
El choque estaba roto y parecía complicado que nadie alterara el marcador en los últimos minutos. Con uno menos, los pericos se volcaron arriba sin éxito, mientras que el Valladolid lo tenía todo de cara para sumar su segunda victoria en LaLiga esta temporada. Faltaba la última sorpresa, el gol de Plano (0-2) en la última jugada.