Super-desconexión
Un espectacular gol de Iñaki Williams a los tres minutos del inicio de la prórroga devolvió la gloria al Athletic, que se hizo con la tercera Supercopa de España de su historia tras derrotar por 3-2 al Barcelona en la final disputada en el estadio sevillano de La Cartuja que acabó con la expulsión de Leo Messi por agresión a Asier Villalibre.
Williams enganchó un magnífico disparo nada más entrar al área que fue a la escuadra contraria de la portería defendida por el alemán Marc Andre Ter Stegen. El balón tocó en la madera y entró de forma irremisible.
Fue el tanto que desniveló definitivamente la balanza en una final emocionante y bonita, en la que el Athletic, pese a ser superior al Barcelona en diversas fases, se vio dos veces por detrás en el marcador por dos tantos del francés Antoine Griezmann (m.40 y 77).
En la primera ocasión respondió rápidamente por medio de Óscar de Marcos (m.42) y cuando la final parecía definida, Asier Villalibre, que acababa de reemplazar a Raúl García, forzó la prórroga al rematar en el minuto 90 un lanzamiento de falta de Iker Muniain.
El equipo de Marcelino García Toral encontró la recompensa a su planteamiento y a su esfuerzo con el tremendo disparo de Iñaki Williams. Incluso Unai Núñez tuvo la opción del cuarto tanto pero no llegó al rematar en el minuto 105 y en el 113 se molestó con Mikel Vesga.
El Barcelona trató de evitar la derrota. Griezmann, ya en el segundo periodo del tiempo adicional, disfrutó de una gran ocasión (m.111), pero, con su pierna mala, la derecha, remató fuera. Debido a la frustración, el argentino Leo Messi, que definitivamente pudo jugar, fue expulsado en el minuto 120 por una agresión sin balón a Villalibre.