El castigo en el Barça del que Joan Laporta tiene prohibido hablar: Xavi Hernández lo ha metido en la nevera
-
Laporta sabe que "apostó fuerte" y algo podría cambiar pronto en el Barça
-
Esto no es culpa de Xavi: Laporta se lleva una decepción y el Barça sigue esperando
-
El Barça quiere negociar para que el fichaje no sea de más de 60 millones
Raphinha volvió a ser suplente, otro partido más, contra el Valencia. En esta ocasión sí que dispuso de minutos, y fue el encargado de dar la asistencia a Robert Lewandowski para que anotara el gol de la victoria ‘in extremis’. Una cosa que espera que sirva para que en los próximos choques tenga algo más de continuidad, y recupere su sitio en el Barça, que ya parecía haber perdido. Porque parecía evidente que Xavi Hernández lo había castigado.
Aunque hasta hace poco era uno de sus protegidos en el vestuario, el pobre desempeño que había mostrado en sus últimos encuentros como titular provocó que muchos comenzaran a dudar de sus capacidades, y el brasileño estaba siendo uno de los futbolistas más criticados y señalados por la opinión pública. Joan Laporta era el primero que dudaba de la inversión que hicieron para sacarlo del Leeds United, pagando más de 50 millones de euros, y se cuestionaba si era un movimiento necesario.
Así que apoyaba la idea de ‘meterlo en la nevera’, y de dejar al extremo de 25 años apartido de los onces iniciales durante unas cuantas semanas, a modo de advertencia, y para incentivarle a que nuevamente recuperara su mejor versión. Por el momento, está dando sus frutos, pues en el poco tiempo que estuvo sobre el césped en Mestalla ya hizo bastante más que en muchos otros compromisos, y demostró que puede ser una pieza útil.
A Raphinha se le exige mucho más, y es que en la Premier League dejó patente que es un jugador diferencial, y capaz de liderar el ataque. Así que después de comenzar sentado en el banquillo contra el Valencia, el Villarreal, el Athletic Club de Bilbao y el Bayern de Múnich, es decir, cuatro suplencias de manera consecutiva, ahora puede tener una nueva reválida contra el Viktoria Plzen, un partido en el que no hay nada en juego, más allá del orgullo.
El ’22’ del Barça tiene una buena oportunidad para dar un golpe sobre la mesa y lograr reivindicarse.