60 millones para dejar a Mateu Alemany sin un jugador clave para Xavi Hernández

Una de las grandes obsesiones de Xavi Hernández para el mercado estival es la contratación de Martín Zubimendi. El jugador de la Real Sociedad es el elegido por Xavi Hernández para convertirse en el sucesor de Sergio Busquets, que abandonará el Barça a final de temporada, cuando acaba su contrato. Dejará un vacío enorme que alguien deberá de cubrir, y de las opciones que maneja la directiva, la que más convence al entrenador catalán es la que tiene como protagonista al mediocentro vasco.

Tiene unas cualidades increíbles, y también es muy inteligente, y no hay que olvidar que tan solo tiene 23 años, de modo que su margen de progresión es enorme. El único punto negativo que supone su incorporación es el hecho de que implique una inversión bastante elevada, de 60 millones de euros, su cláusula de rescisión. En Anoeta han reiterado que no tienen ningún tipo de obligación de desprenderse de él, y todavía tiene un vínculo firmado a largo plazo.

Así que la única vía para que abandone el combinado donostiarra es que paguen su cláusula. Mientras en el Camp Nou se debaten si merece la pena hacerlo, el ex entrenador del Al-Sadd pide que se apresuren y dejen todo encarrilado cuanto antes. En especial, después de que haya escuchado la noticia de que otro equipo de primer nivel se ha interesado muy seriamente en el futbolista vasco, y tenga previsto iniciar los contactos pronto.

Esa es la información que se refleja en el portal web ‘Fichajes.net’, que da el nombre del Manchester United como el conjunto que ha pensado en Zubimendi. Pese a llevarse a Casemiro en verano, Erik Ten Hag todavía pide más caras nuevas para la medular, y una de las alternativas más interesantes que manejan en la agenda es la de la estrella de la Real Sociedad. Una pésima noticia para el Barça, que tendrá a un rival importante en la puja.

Los ingleses pueden pagar mucho dinero y adelantarse a Joan Laporta, que está obligado a reaccionar. Para Xavi sería un varapalo tremendo quedarse sin una de sus peticiones personales.