El Universitario organiza un encuentro de escuelas para fomentar el rugby de base
El Universitario Bilbao Rugby ha organizado el próximo sábado en el Polideportivo El Fango de Rekalde (10.30 horas) un encuentro de todas las escuelas de Bizkaia de categorías prebenjamín, benjamín y alevín con el fin de formentar el rugby de base.
En el caso de Universitario, el único club de la capital vizcaína, en el último año ha conseguido duplicar los integrantes de la Bilbao Rugby Escola, que aglutina ahora a más de un centenar de niños y niñas. Además, para el actual curso escolar cuentan con el apoyo de la firma Bilboats, que gestiona el barco turístico que surca la Ria, y gracias a ese apoyo la escuela se garantiza la posibilidad de organizar mayor número de actividades, como por ejemplo sendos intercambios con escuelas de rugby de Baiona y Barcelona.
El Universitario ofrece sus motivos para que los más jóvenes se acerquen a esta deportes, "bastante desconocido pero aún así bastante arraigado". "Una vez te acercas a él, engancha y enamora y por eso se dice que los exjugadores de rugby no existen", subrayan.
"¿Por que nos gusta tanto este deporte? Por que fomenta valores muy beneficiosos para quienes lo practican comenzando por el que es el pilar fundamental de este deporte: el respeto. En los campos de rugby el respeto y el juego limpio son fundamentales. Esto se les enseña a los niñ@s desde bien pequeños, y por extensión e imitación a sus padres y madres.
Respeto al árbitro, al entrenador, al resto de compañeros y sobre todo al contrario. Al terminar todos los partidos de cualquier categoría, ya sea amateur o profesional, ambos equipos se homenajean mutuamente haciendo un pasillo por el que el otro equipo pasará siendo aplaudido, y después de la ducha, el equipo local invitará al visitante a compartir bebida y comida en lo que se llama “tercer tiempo”, en el que los jugadores de ambos equipos estrechan lazos, fomentándose el compañerismo entre rugbiers. El tercer tiempo es consustancial a este deporte, y su filosofía es agradecer al equipo contrario que haya acudido a jugar y poder así disfrutar ambos de la disputa de un partido de rugby. Sin contrario no se puede jugar.
Las aficiones contrarias se respetan y disfrutan juntas de los encuentros, aplaudiendo los tantos del contrario, no faltando nunca al respeto a nadie. Además del respeto se fomenta: el compañerismo, la comunicación entre jugadores, el trabajo y el esfuerzo físico, la compenetración, la dedicación, el sacrificio y la sana competitividad. Si el deporte en sí implica ese esfuerzo físico, ese entrenamiento constante y compañerismo, en el rugby se incrementa al ser un deporte de contacto y eminentemente táctico, aunque para el profano le pueda parecer otra cosa, donde cada jugador tiene asignada una función que unida al trabajo de cada uno del resto del equipo les hará vencer como conjunto, como equipo.
El hecho de tener un objetivo claro en el campo y jugar con los compañeros para conseguirlo consigue que los más pequeños se vean compenetrados, aprendan a comunicarse y a escuchar a los demás, se relacionen socialmente y sepan enfrentarse a los problemas junto a sus compañeros, esto es, que aprendan a jugar en equipo y como equipo. El rugby no es un deporte que fomente las individualidades, todo lo contrario, es un deporte de equipo.
Otro de los aspectos a destacar del rugby es que todos los niñ@s tienen cabida, sean altos, bajos, delgados o fuertes. Cada uno, en función de sus características físicas tienen una posición que ocupar y una labor que hacer. Como es un deporte de contacto, aprenden a quitar el miedo y a tener confianza en si mismos", explican.
El club bilbaíno anima por ello a aitas y amas que puedan estar interesad@s en que sus hijos e hijas disfruten de este juego a que se acerquen a El Fango los viernes por la tarde y los sábados por la mañana.