Pequeño roce entre Bielsa y sus ayudantes durante la sesión en Lezama
Marcelo Bielsa, entrenador del Athletic, es muy meticuloso en su trabajo. Se preocupa del perfecto estado del césped, supervisa al milímetro el montaje de las picas, cintas y demás utensilios para el trabajo y... hasta la disposición de los muñecos que ejercen de rivales estáticos de los leones durante los entrenamientos.
La colocación de estos ha dado origen a un pequeño roce entre el técnico rosarino y sus ayudantes. Bielsa ha reciminado a gritos a Claudio Vivas, segundo entrenador, y Diego Reyes, asistente, que los muñecos no estaban colocados exactamente como él quería durante la última sesión preparatoria antes de viajar a La Rosaleda.
Vivas respondía las airadas palabras de su superior con una contraargumentación, mientras Reyes aguantaba el chaparrón. La cosa quedaba ahí, en una mera falta de entendimiento en un ejercicio concreto. El de Rosario, acto seguido, se reunía en privado con sus ayudantes para explicarles bien cuál había sido el problema. Caso resuelto.